SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
Todos conocemos las molestias de espalda: son muy dolorosas y nos impiden llevar una vida normal. Sin embargo, muchas veces nosotros mismos provocamos esos problemas sin darnos cuenta. Los malos hábitos pueden llevarnos a padecer dolores de cuello, de hombros, contracturas, lumbago, ciática e incluso hernias discales.
Todo son beneficios en la práctica del yoga, sea cual sea tu edad. No tengas reparos en practicarlo. ¡Tu salud te lo agradecerá!
Muchas personas que han sufrido un infarto no se atreven a retomar su día a día con normalidad. Sin embargo, disfrutar de una buena calidad de vida es posible. Sólo hay que seguir una serie de pautas y hacer caso al cardiólogo.
Quizá nunca habías caído en la cuenta de lo importante que es una buena hidratación para que tu mente rinda al cien por cien durante todo el día. El agua mineral natural te ayuda a conseguirlo.
Una puesta de sol junto a tu pareja en una calita desierta, o un relajante baño en un spa. Para muchos, esta podría ser la fórmula para un final de verano perfecto. Una ecuación en la que los hongos no tienen cabida. Darles esquinazo está en tus manos, o mejor dicho, en tus pies.
La piel cuenta con un manto protector que una higiene exagerada puede dañar. Sin una buena higiene no hay salud, pero obsesionarnos con estar completamente libres de gérmenes y excedernos en la limpieza de nuestro cuerpo no es del todo bueno.
La cocina es una de las estancias de la casa donde más tiempo pasamos y más tareas realizamos. Para evitar posibles intoxicaciones, infecciones o incluso enfermedades más complicadas como la salmonelosis, el botulismo o la hepatitis A.
Para lucir un pelo sano y bonito es importante lavarlo tantas veces como sea necesario.
Tómatelo en serio: abusar de las bebidas alcohólicas supone riesgos importantes para tu salud cardiovascular.
El cerebro es una máquina asombrosamente sabia, también en lo que se refiere a la regulación de la temperatura del cuerpo: una glándula que hay en su interior –el hipotálamo– actúa como un auténtico termostato, pues recibe información desde distintas partes del cuerpo de la temperatura ambiental y pone en marcha los mecanismos necesarios para que el organismo se mantenga en torno a 37 grados.