El estrés, la falta de sueño, la diabetes o la hipertensión son algunas de sus causas más frecuentes. Para prevenirlos, sigue estas indicaciones.

¿Notas la vista borrosa o tienes sensación de mareo con frecuencia? ¡Cuidado! Podría tratarse de vértigos. Es bastante probable que a lo largo de nuestra vida experimentemos algún episodio, pero no te alarmes. Si te ocurre, es importante que conozcas cómo debes actuar y qué hacer para que desaparezcan.

Qué son

El doctor Francesc Xavier Pujolas, otorrinolaringólogo del Hospital Vithas de Vitoria, los define como la sensación de pérdida de la orientación espacial. Cuando padecemos vértigos sentimos que los objetos que tenemos a nuestro alrededor se mueven y nos causa inestabilidad. Lo importante es destacar que no se trata de ninguna enfermedad, sino de un síntoma de alguna otra patología o problema.

Causas que los generan

Los principales problemas que pueden acabar ocasionando vértigos son las infecciones víricas o bacterianas que afectan al oído y, en un segundo plano pero no menos importante, las contracturas musculares cervicales, las migrañas, la regulación anormal de la presión arterial o la inflamación del nervio vestibular.

Cómo tratarlos

Lo prioritario es hacer un diagnóstico (es decir, averiguar la causa del vértigo) y a partir de ahí instaurar un tratamiento que actúe sobre el foco u origen del mismo. Lo más frecuente es acudir a sedantes para el nervio vestibular que suele estar inflamado.

En ocasiones, se puede acudir también a fisioterapia. Por otro lado, la cirugía es otra opción en algunos casos.

Es importante diferenciar los vértigos de los mareos: los tratamientos son muy diferentes

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