El estreñimiento, el sedentarismo, una dieta pobre en fibra, el embarazo y el calor son algunos de los aliados de las hemorroides. Pero ten paciencia: no son invencibles. Adoptando hábitos de vida saludables, podrás ganarles la batalla.

Medidas preventivas en la mano de todos

Para algunas personas, el momento de ir al baño o simplemente sentarse supone un auténtico calvario. Pocos se quejan en público, pero tienen claro dónde está el problema: padecen hemorroides.

Conocidas popularmente como “almorranas”, las hemorroides aparecen cuando los vasos sanguíneos próximos al ano (venas hemorroidales) se dilatan. El sistema venoso de la zona no dispone de válvulas que faciliten el retorno de la sangre, por ello se acumula y se produce la hinchazón.

Según donde aparezcan, se distinguen dos clases de hemorroides:

  • Internas: Son las que se encuentran por encima del conducto anal y están cubiertas de mucosa.

  • Externas: Son las más comunes y se pueden ver a simple vista. Se sitúan por debajo de la unión anorrectal y están recubiertas de piel.


Adoptar hábitos de vida saludables es la mejor medida de prevención contra las hemorroides.

¿Por qué yo?

Las hemorroides son una afección que puede padecer cualquier persona, sobre todo si tiene problemas circulatorios. Sin embargo, en la mayoría de los casos sus causas están asociadas a hábitos de vida poco saludables.

Debemos prestarles mayor atención en estas circunstancias:

  • En el caso de padecer estreñimiento de forma habitual, y si se adoptan malos hábitos a la hora de defecar. Permanecer demasiado tiempo sentados en la taza o hacer mucho esfuerzo aumentan las posibilidades de que aparezcan.

  • Cuando existen antecedentes familiares. Si los padres o abuelos han tenido almorranas, será probable que también las padezcan sus descendientes.

  • Si se tiene sobrepeso, sobre todo si se acumula grasa en el abdomen. Un exceso de volumen en esta zona provoca más presión en el bajo vientre, lo que puede ocasionar hemorroides.

  • Durante el embarazo. La mayoría de las mujeres jóvenes que las tienen, las padecen durante la gestación. Esto ocurre porque el feto comprime la red venosa que tiene a su alrededor y provoca su aumento de presión en la zona anal.

  • Si se permanece muchas horas de pie o sentado, porque la circulación sanguínea es menos fluida.

 Para olvidarnos de ellas

Como cualquier otra afección, existen fármacos que mejoran sus síntomas, e incluso ayudan a que desaparezcan. Algunos tratamientos son las cremas antihemorroides y las de corticosteroides pero sólo deben aplicarse si así lo indica el especialista.

En lo que se refiere a la cirugía, se ha avanzado mucho en este ámbito. Cada vez se realizan más intervenciones por medio de la PPH (procedimiento para prolapso de hemorroides), una técnica que reduce el agrandamiento del tejido hemorroidal sin apenas dolor y sin heridas externas, lo que evita las secreciones y permite al paciente reintegrarse a sus actividades en poco tiempo.

Afortunadamente la medicina nos puede ayudar a curarlas, sin embargo también está en nuestras manos no padecerlas. Adoptar hábitos de vida saludables en los que predomine el ejercicio físico y una dieta equilibrada rica en fibra (frutas, verduras, cereales, pan integral…), ayuda a evitar el estreñimiento, y por tanto, los esfuerzos a la hora de ir al baño.

Huye del calor, no te beneficia

El verano es la época en la que más suelen molestar las hemorroides. Las altas temperaturas provocan la dilatación de las venas anales y por tanto, aumentan las probabilidades de su aparición o empeoramiento. A esto hay que sumarle que:

  • Durante estos meses perdemos más líquido a través del sudor y se tiende a la deshidratación. Cuando el organismo no tiene agua suficiente intenta ahorrarla compactando las heces. Por este motivo son más duras y más costosas de evacuar.

  • En las vacaciones se suelen abandonar los hábitos saludables. Cambios de horarios, desplazamientos, no se le da tanta importancia a las comidas, se realiza menos ejercicio, etc. Todo esto provoca una alteración de ritmo intestinal que tiende al estreñimiento.

Déjalas atrás, apunta estos consejos

  • Beber líquido de forma abundante para facilitar la evacuación.

  • Evitar el consumo de alcohol, café o té, así como las comidas muy sazonadas y picantes.

  • Mantener una buena higiene anal. En el caso de que ya hayan surgido las hemorroides, no se deben rascar o frotar para evitar las infecciones.

  • No utilizar papel higiénico normal, es mejor optar por toallitas húmedas y suaves. O mejor aún: lavarse con agua tibia.

  • En el caso de tener diarreas hay que intentar frenarlas. Es importante regular el organismo para que realice una deposición diaria sin la necesidad de hacer grandes esfuerzos.

  • La alternancia de frío-calor alivia los síntomas de las hemorroides externas. Se puede aplicar hielo durante menos de dos minutos y realizar baños de asiento con agua tibia-fresca.

El agua es fundamental para evitar el estreñimiento. Toma la cantidad recomendada.

 

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