Mi pareja es alcohólica ¿Cómo puedo ayudarle?

Antes de que el problema vaya demasiado lejos, o incluso si ya ha tocado fondo, con tu apoyo puedes ayudarle a salir del abismo que supone esta adicción.

El alcoholismo no solo resulta tóxico y destructivo para el cuerpo y el cerebro de la persona que lo padece. Al mismo tiempo va haciendo pedazos sus relaciones familiares y sociales, muchas veces de forma difícilmente recuperable. El cónyuge y los hijos de la persona alcohólica suelen ser quienes detectan antes que nadie esta adicción, en muchos casos con anterioridad incluso a que se dé cuenta de ella el propio afectado. Esta fuerte dependencia puede llegar a pasar desapercibida o incluso ser “tolerada” por otras personas de su entorno, dada la aceptación social generalizada que tiene el consumo habitual de alcohol en nuestra sociedad.

¿Cuándo es un problema?

Solo cuando una persona reconoce tener “problemas con el alcohol” solo puede salir del abismo de la dependencia– que, como todas las dependencias, es tanto física como psicológica– si reconoce sin vergüenza que tiene una enfermedad y se deja ayudar. Una persona alcohólica puede escudarse largo tiempo en la excusa de “bebo porque quiero y la cantidad que quiero”, pero el paso hacia delante solo es posible cuando reconoce que el alcohol está directamente relacionado con los sentimientos de culpabilidad, soledad y desesperación que le aflige.

Hogares resquebrajados

La pareja de la persona alcohólica suele tener sentimientos encontrados de odio, compasión y de vergüenza al relacionarse con los demás, temor, cansancio por tener que afrontar todas las responsabilidades familiares... Además, la economía del hogar suele verse fuertemente golpeada por la elevada cantidad de dinero invertida en alcohol y por los problemas laborales que, en muchos casos, dan paso al despido y a las dificultades para encontrar (y mantener) un puesto de trabajo.

En un primer momento, es frecuente que la pareja de la persona alcohólica niegue el problema tolerándolo, fingiendo que no pasa nada y ocultándolo a los demás. Posteriormente, suele cuidar y proteger al alcohólico estableciendo una relación de co-dependencia, que no sólo mantiene, sino que también agrava el problema. En muchos casos, el alcohol “embriaga” la relación de hostilidad y discusiones, dando lugar a un constante ambiente de malestar intenso en casa. Además, suelen surgir problemas de impulsividad, de ahí que haya una importante relación entre el alcoholismo y el maltrato en el ámbito familiar.

Puedes ayudarle

Si sospechas que tu pareja ha caído en el alcoholismo, tu apoyo es fundamental para ayudarle a superar la enfermedad. Hacerlo cuanto antes es realmente necesario para evitar que la dependencia vaya en aumento y se complique además de manera grave con la aparición de problemas de salud motivados o acentuados por el abuso del alcohol, que pueden llegar a ser graves: trastornos cardio y cerebrovasculares, daños en el hígado, afectaciones neurológicas, etcétera.

¿Qué puedes hacer tú?

✸ Infórmate sobre el alcoholismo y pide ayuda especializada.

✸ Insístele en la necesidad de que se ponga en tratamiento. Sé firme al respecto haciéndole ver que no existe la posibilidad de que sigas a su lado si no se compromete a superar su problema con ayuda especializada.

✸ Ten paciencia y muéstrale tu apoyo y comprensión. Piensa que la recuperación lleva tiempo.

✸ Focaliza su atención hacia la solución y en los logros conseguidos a corto plazo, no tanto hacia el problema. Anima y refuerza todas las ideas, planes y comportamientos que vayan en la línea de dejar de beber o de mantener la abstinencia.

✸ Acompáñalo a todas las visitas de la terapia para que el médico te informe a ti también sobre el tratamiento y la evolución.

Es conveniente evitar…

✸ Las celebraciones en las que se consuma gran cantidad de alcohol (al menos, hasta que los profesionales que le tratan le den el visto bueno).

✸ Tener alcohol en casa.

✸ Aparentar que todo va bien. Debes hablarle de tu preocupación y hacerle entender cuánto daño hace a la familia.

✸ Presionarle para que deje de beber. Sí debes presionar para que se ponga en tratamiento.

Las “pistas” del alcoholismo

FÍSICAS

Tolerancia a grandes cantidades del alcohol.

Pérdida de apetito y náuseas matutinas.

Olvidos frecuentes.

Ligero temblor en las manos que desaparece al beber alcohol.

Analíticas alteradas: niveles elevados en la enzima Gamma GT o en el Volumen Corpuscular Medio, sin otra causa que lo justifique.

PSICOLÓGICAS

Sentimientos de culpabilidad después de haber bebido y dejar de estar bajo los efectos del alcohol.

Intentos y promesas incumplidas de no beber, o de beber menos.

Falta de control sobre el consumo apoyándose justificaciones del tipo de “no he bebido tanto”, “todo el mundo bebe”, etcétera.

Irritabilidad, agresividad, impulsividad.

Celos injustificados.

Se muestra molesto cuando le sugieren que no beba. 

 

TELÉFONO DE ATENCIÓN

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contacto@clubgentesaludable.com

 


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Apdo. Correos 8106

28080 Madrid

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