No solo aparecen tras una noche en vela. Los surcos oscuros y profundos alrededor de los ojos (ojeras) o la hinchazón bajo el párpado inferior (bolsas) pueden tener otras causas. Y según sea su origen, hay una forma u otra de hacerlas desaparecer.

Son un problema frecuente y difícil de remediar, pues cuando las vemos por la mañana lo único que podemos hacer es reducirlas con crema y tratar de camuflarlas con maquillaje. Pero las bolsas y las ojeras no solo afean el contorno de los ojos; su presencia denota mala salud o la sensación de que hemos pasado la noche en vela. Sin embargo, ni son lo mismo ni están causadas por los mismos factores.

Ojeras

Aparecen en el área que rodea el ojo y suelen ser hereditarias. Se producen porque la piel que rodea al ojo es muy final y deja ver la acumulación de sangre de este. En ocasiones, también es el resultado de una escasa oxigenación de los tejidos del área. Y hay una tercera causa: la falta de sueño, que dilata los vasos sanguíneos.

Bolsas

Son el abultamiento de la piel bajo los ojos, y también son hereditarias. Pueden aparecer por una pérdida del tono muscular del párpado o por la retención nocturna de líquidos. Para despedirte de ambas, hay remedios caseros y cosméticos eficaces. Pero serán más efectivos si, además, sigues estas pautas:

Para evitarlas...

Duerme con almohada. Si duermes con la cabeza más alta que el cuerpo, evitarás que el líquido se acumule en las bolsas y levantarte con los ojos hinchados.

Reduce el consumo de sal. Así limitarás la retención de líquidos. Tu rostro, y en especial los ojos, tendrán un mejor aspecto general.

Evita las cenas copiosas. Las verduras te ayudarán a eliminar líquido y, por tanto, a tener mejor aspecto matinal.

Haz ejercicio. Si lo practicas a primera hora, acelerarás el drenaje facial y te desprenderás de las bolsas de los ojos.

Y para reducirlas…

Lávate la cara con agua fría. Eso reduce la congestión del rostro, lo que deshincha las bolsas y atenúa las ojeras.

Aplícate sobre los ojos rodajas de pepino o bolsas de té verde o manzanilla. Deben estar frías para activar la circulación en la zona.

Aplícate, mañana y noche, cremas específicas que favorezcan la eliminación de las toxinas y la circulación de la sangre. Aplícatelas con suaves golpecitos de la yema de los dedos sobre la zona del hueso de la órbita ocular.

Desmaquíllate con un tónico bifásico. Y sin presionar para no acentuar las bolsas.

Para camuflar las bolsas usa un corrector, pero que solo sea uno o dos tonos menor que tu piel. Si lo que tienes son ojeras, es mejor el iluminador. Después, matiza las correcciones con polvos traslúcidos matificantes.

Aplícate frío: El remedio contra la inflamación

Las temperaturas bajas mejoran los la circulación sanguínea. Por eso, aplicar frío es lo mejor para producir una vasoconstricción y desinflamar la zona de los ojos. Si eres constante y lo haces cada día, notarás una mejoría; el problema es que, al dejar de hacerlo, la situación empeora. Hay antifaces que se guardan en la nevera que puedes utilizar en caso de emergencia, pero también es efectivo envolver hielo en un pañuelo de tela y apoyarlo bajo los ojos durante unos minutos.

Soluciones definitivas

Para las bolsas rebeldes, la solución es la blefaroplastia química, un peeling que dura unos 10 minutos. Para las ojeras, lo mejor es el blanqueamiento de la zona con láser.

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