Cómo lograr que tu hijo no se muerda las uñas ¡nunca más!

Onicofagia, este su nombre científico. Se calcula que, entre el 40 y el 45 por ciento de los pequeños, tienen la manía de comerse las uñas, sin diferencias importantes entre sexos. 


La onicofagia se interioriza tanto que se hace de forma totalmente involuntaria, de forma inconsciente...

Es un hábito nada estético, pero también con ciertos riesgos para su salud. Se llevan las manos a la boca en cualquier situación y, en el caso del 10 ciento de los menores, la mala costumbre perdura después de la infancia. Pero, ¿por qué?

  • La mayoría de los especialistas coinciden: los niños comienzan en la infancia, sobre todo entre los niños más nerviosos, tras superar la etapa de los chupetes o de chuparse el dedo. Normalmente, a partir de los tres años, cuando el pequeño es capaz de manejar sus propios movimientos. Una de las razones estudiadas puede ser para desviar cierto desasosiego. Es decir, que con este acto “placentero”, como puede ser el morderse las uñas, reducen su ansiedad.

  • Por imitación: Hay que tratar de no realizar esta conducta delante del niños, porque suelen imitar cualquier tipo de conducta, especialmente la de los padres.

  • Asociada a una actividad: Morderse las uñas cuando ven la televisión, por ejemplo.

Cómo lograrlo

  • Detecta el problema rápido: Si te das cuenta de forma rápida puedes eliminar la manía con mayor facilidad. No dejes que el problema se arraigue.

  • Identifica cuándo comienza: Pídele a tu hijo que escriba en un diario en qué momento del día se muerde las uñas, también qué actividad estaba realizando y en qué estaba pensando. Esto puede ayudar a entender las causas. En caso de que tu hijo sea más pequeño, serás tú, la que realice esta tarea.

  • Tomar conciencia: Como hemos comentado anteriormente, esta costumbre está alojada en el inconsciente, de modo que tenemos que hacer que el pequeño tome conciencia del hecho para, más tarde, modificar la conducta. Cuidar a diario las uñas y mostrarlas constantemente a los demás para valorar el buen progreso, son acciones idóneas.

Otros remedios…

  • Tratamientos: En muchas farmacias podrás encontrar diversos productos que se aplican sobre las uñas, a modo de pintaúñas, para dejar de comérselas. Suelen tener un sabor bastante amargo para que provoque rechazo a este mal hábito. Sin embargo, son algunos los casos, en los que los adictos a sus uñas acaba royendo el barniz con los dientes, luego lo escupe o lo traga y por último, se come las uñas.

  • Remedios caseros. Cuidado con algunos remedios caseros, ya que son diversos los casos de intoxicación por utilizar ciertos productos perjudiciales para la salud. Entre los productos caseros más utilizados y no tóxicos:
    • Sustancias picantes: Algunas personas dejan macerar, durante dos semanas, alguna especia muy picante (guindilla, por ejemplo) en aceite y luego “pintan” las uñas una o dos veces al día.

Perjuicios de comerse las uñas

FÍSICOS

  • Transporte de gérmenes de las uñas a la boca.
  • Hinchazón, heridas (posible infección) y pus en los dedos.
  • Perjudicial para el esmalte dental y para la aparición de caries.
  • Los restos de uñas mordidas pueden quedarse fijadas en la faringe y producir inflamación. En casos muy extremos esos restos pueden llegar a los bronquios y provocar infecciones en el tejido pulmonar.

PSICOLÓGICOS

Impotencia al no poder eliminar de manera consciente este hábito perjudicial.
Estado de ansiedad ante la apariencia de las manos, lo que lleva a un círculo vicioso que continúa el hábito.

SOCIALES

  • Mala impresión ante los demás. Las manos, y por extensión las uñas, son una carta de presentación al exterior. bastante amargo para que provoque rechazo a este mal hábito. Sin embargo, son algunos los casos, en los que los adictos a sus uñas acaba royendo el barniz con los dientes, luego lo escupe o lo traga y por último, se come las uñas.

 

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