Gastroscopia para explorar a fondo el aparato digestivo. Si tienes que realizarte esta prueba, algo molesta para personas sensibles, ten en cuenta la información que te damos en estas páginas.

  1. ¿QUÉ ES? La gastroscopia es una prueba diagóstica que permite observar directamente la parte superior del tubo digestivo (esófago, estómago y duodeno) e identificar las posibles causas de diferentes trastornos.

  2. ¿CÓMO HAY QUE PREPARARSE? 
    • No es necesaria una dieta distinta de la habitual antes de hacerse una gastroscopia, aunque se debe acudir en ayunas, sin haber tomado alimentos sólidos ni líquidos en las seis u ocho horas previas a la exploración.
    • Deben retirarse las prótesis o piezas dentales no fijas antes de comenzar la introducción del endoscopio.
    • Es aconsejable acudir con ropa cómoda (hay que quitársela para ponerse una bata).

  3. ¿PARA QUÉ SE REALIZA? Se emplea para el diagnóstico de dolores abdominales, para identificar la causa del sangrado de tracto digestivo alto, de la dificultad para la deglución (tragar alimentos o líquidos) o para controlar lesiones previas. Si es necesario, mediante la gastroscopia se pueden tomar muestras de tejido (biopsia) de forma sencilla e indolora, que luego serán examinadas en el laboratorio. Asimismo se utiliza para extirpar pólipos, colocar prótesis en el tracto digestivo superior, extraer cuerpos extraños, etc.

  4. ¿EN QUÉ CONSISTE ESTA PRUEBA? 
    1. Deberás tumbarte del lado izquierdo y te pondrán en la boca una especie de boquilla dura. Te introducirán el endoscopio –un tubo flexible que tiene una cámara en un extremo– a través de esa boquilla.
    2. Cuando llegue a la zona faríngea puedes notar una pequeña sensación de falta de aire que tras pasar este lugar desaparece. Se examina primero el esófago y luego el estómago, para terminar en el duodeno.
    3. Puedes notar náuseas, por lo que deberás respirar profundamente para controlarlas. En algunos casos se nota alguna molestia, ya que se insufla aire para separar estructuras y ver mejor la zona.
    4. La prueba suele durar entre 5 y 20 minutos, dependiendo de la dificultad en realizarla y de si hay que hacer alguna técnica añadida.
    5. Si se considera adecuado, esta prueba se puede realizar con sedación local o, en ciertos casos, intravenosa.

  5. ¿QUÉ PRECAUCIONES HAY QUE TENER?
    • Indica al médico y al anestesista la medicación que tomas habitualmente. Es posible que tengas que dejar de tomarlos antes de la prueba.
    • Si padeces alergia de algún tipo, si eres portador de una prótesis valvular cardiaca o de un marcapasos o si padeces alguna enfermedad infecciosa, deberás advertirlo previamente, puesto que en estos casos la prueba puede estar contraindicada y necesitar procedimientos específicos.

  6. ¿QUÉ COMPLICACIONES O MOLESTIAS PUEDE HABER? El riesgo de tener problemas importantes suele ser sólo de un caso cada 1.000 gastroscopias realizadas y son excepcionales los riesgos para la vida (sólo uno de cada 20.000 casos), que están relacionados sobre todo con enfermedades previas muy serias. No obstante, es bueno conocer cuáles son esos riesgos excepcionales (aparte de las habituales náuseas o vómitos):
    • Perforación del tubo intestinal, siendo más frecuente si se han realizado biopsias o si existen riesgos asociados (problemas de respiración, caídas de tensión, bajadas del pulso, anemia, obesidad…).
    • Posible reacción alérgica a la anestesia, sobre todo si no se te conoce previamente un problema con estas sustancias.
    • Sangrado de la mucosa por la erosión producida por el endoscopio.
    • Infecciones, en caso de alteraciones de la inmunidad.
    • Bajadas de tensión, por efecto del aire introducido en el tubo digestivo. 

El día de la prueba, ten en cuenta que… 

  • Es mejor que acudas en compañía de otra persona. Aunque es una prueba con pocas complicaciones, puede haberlas.

  • Si no te han puesto sedación, podrás irte a casa una vez terminada la prueba y tomar líquidos o comida sin problema.

  • Si te han dado anestesia local deberás esperar al menos dos horas después de la prueba para poder ingerir cualquier cosa.

  • Si te han puesto anestesia general o sedación, deberás seguir los consejos del anestesista, ya que una vez realizada la prueba te suelen tener en observación hasta que te recuperas.

  • Si al poco tiempo de realizarte la prueba tienes fiebre o dolor importante, dificultad para tragar, heces negras y/o vómitos con sangre, debes consultar enseguida al médico, ya que puedes tener una complicación tardía de la prueba.

 

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