Valeriana: La ayuda más natural contra el estrés

También es muy utilizada en casos de insomnio, e incluso se emplea a veces como sedante. Esto se debe a que su ingesta relaja suavemente el sistema nervioso, disminuye la actividad cerebral y la frecuencia cardiaca. En ocasiones se usa como diurético, para prevenir ataques epilépticos, en caso de calambres o bronquitis espasmódicas.

Ten en cuenta que…

• Si estás tomando medicamentos antidepresivos o ansiolíticos, debes consultarlo antes con tu médico, ya que la valeriana podría potenciar su efecto.
  
  
• No existe evidencia científica sobre su uso para reducir los síntomas de la menopausia ni la depresión.
  
  
• Tomada en combinación con otras hierbas, como la pasiflora o la hierba de San Juan, puede ser útil para reducir síntomas de la ansiedad.
  
  
• No es recomendable beber más de cinco tazas diarias de infusión.
  
  

Contraindicaciones

1. No debes tomar valeriana si tienes alergia a las plantas de la familia de las valerianáceas.
   
   
2. Si conduces maquinaria pesada o trabajas con utensilios peligrosos, debes usarla con precaución, pues puede producir somnolencia durante el día.
   
   
3. Dado que tras diversos estudios no se ha podido confirmar completamente su seguridad, no se recomienda tomar valeriana durante el embarazo y la lactancia.
   
   
4. No se recomienda su consumo en niños.
   
   
5. Su uso crónico (más de dos a cuatro meses) puede acarrear insomnio.
   
   
6. Por natural que sea, cualquier planta medicinal debe ser consumida con moderación. Aumentar la dosis no garantiza nunca un alivio superior.
   
   

Cómo tomarla

• Suele consumirse en forma de té (entre 1,5 y 3 gramos de raíz por cada 150 mililitros de agua hirviendo). Puede endulzarse con miel o azúcar moreno.
  
  
• Si tienes insomnio, puedes tomar una taza 30 minutos antes de acostarte.
  
  
• También puede tomarse por vía oral, en forma de cápsulas.
  
  
• Tras hervir la raíz, el líquido puede usarse en compresas para calmar el dolor, o en un baño caliente para relajarse.
  
  

Sabías que... Se cree que su nombre proviene de la palabra latina “valere”, que significa “estar fuerte o saludable”.