Aunque no te lo parezca, unas lentes rayadas, deformadas o que acumulan suciedad pueden dificultar seriamente nuestra capacidad visual, especialmente en tareas en las que hay que tener una visión perfecta, como durante la conducción o la lectura.


Siguiendo estos consejos, conseguirás que tus gafas se mantengan más tiempo como el primer día y no tendrás que renovarlas demasiado a menudo. ¡Mira por tu bolsillo!

  1. Lávalas con agua y jabón suave. Si la montura es de un material plástico, lávala con agua tibia y un jabón neutro y, a continuación, sécala con un paño fino o algodón. Si son metálicas, puedes lavarlas igual, pero tendrás que secarlas a conciencia para evitar que se oxiden.

  2. Sin abrasivos. Nunca las limpies con sustancias químicas fuertes, como limpiacristales o detergentes domésticos. Es mejor usar limpiadores específicos para gafas en spray o toallitas, que encontrarás en cómodos envases de bolsillo.

  3. Siempre con gamuza. Elimina el polvo, las salpicaduras y la grasa de las manos que se impregna en las lentes con la gamuza especial de microfibra para gafas, nunca con un pañuelo de papel o con la tela de tu ropa, que podrían rayar su superficie.

  4. Plegadas, mejor. Cuando te quites las gafas, lo mejor es mantenerlas plegadas. Así será más difícil que se rompan por cualquier incidente.

  5. Siempre en su estuche. Cuando no las estés usando, guárdalas siempre dentro de su estuche protector, que debe ser rígido o semirígido.

  6. Usa cordones. Si vas a realizar alguna actividad física o tienes que agacharte a menudo, usa un cordón para evitar que se te caigan al suelo.

  7. Aléjalas del calor. No dejes las gafas cerca de una fuente de calor o dentro del coche a pleno sol, ya que el material del que están hechas se puede dilatar y deformar.

  8. Varillas en forma. Utiliza las dos manos para quitarte las gafas. No lo hagas solo con una mano, para no correr el riesgo de deformarlas.

  9. ¡Fuera huellas! Sujeta las gafas por la montura, no por las lentes, para no ensuciarlas.

  10. Bien ajustadas. Si comienzas a notar que las gafas han dejado de ajustarse cómodamente tu cara (se te deslizan por la nariz, te molestan en las orejas…), acude al óptico-optometrista para que te las vuelva a regular.

Y también tus lentillas

  • Lávate y sécate bien las manos antes de tocar las lentillas y los ojos.

  • Para la limpieza y desinfección de las lentillas, utiliza únicamente líquido limpiador específico.

  • Póntelas después de maquillarte, nunca antes, para evitar mancharlas.

  • No prolongues el uso de las lentes desechables más allá del tiempo recomendado.

 

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