SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
No tienes por qué engordar
Piensa cuáles son los momentos en los que buscas el paquete de cigarrillos y, cuando te enfrentes a esas situaciones, sigue nuevas rutinas que te ayuden a no fumar:
- Levántate de la mesa en cuanto termines de comer y haz alguna actividad que te distraiga.
- Para no ganar kilos, ¡ojo con la comida!
- Si el deseo de fumar te da un hambre voraz, no caigas en la trampa de los dulces y chucherías: ten a mano chicles o caramelos sin azúcar y cómete uno cuando tengas ganas de fumar.
- Hidrátate. Lleva siempre contigo una botellita de agua y bebe con frecuencia.
- Controla las cantidades. Haz cinco comidas equilibradas al día en vez de darte “atracones”.
- Hacer ejercicio calmará tu ansiedad y hará que te olvides del tabaco, al tiempo que te ayudará a mantener el peso. Incluso salir a dar un breve paseo en los momentos de mayor nerviosismo puede ser eficaz.
Así mejorará tu salud
- Respirarás mejor y no te cansarás tanto al hacer esfuerzos físicos.
- Mejorará la oxigenación y el flujo sanguíneo de tus músculos y de todos los tejidos y órganos corporales.
- Te sentirás más ágil y volverás a disfrutar de la energía perdida.
- Disminuirá tu riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, afecciones respiratorias y cáncer.
- Bajará tu tensión arterial.
- Tu piel estará más hidratada, más elástica, con mejor color y te saldrán menos arrugas.
- Recuperarás el sentido del gusto y del olfato.
- Tu aliento mejorará.
- Se borrarán de tus dientes y dedos las manchas amarillentas de nicotina y alquitrán.
- Aumentará tu autoestima: tendrás la satisfacción de haber conseguido tu objetivo: romper tu dependencia del tabaco.
El primer paso de un gran cambio
Fumar acorta la vida. Si lo dejas definitivamente, vivirás más años, y con más salud. Al mismo tiempo, serás un modelo de actitud a seguir en tu círculo familiar y de amigos. Mantendrás limpio el aire de tu casa, no volverás a perjudicar a las personas que te rodean ¡y ahorrarás dinero!