El secreto para adelgazar de la manera más sana y natural tú ya lo conoces. ¡Es más sencillo y barato de lo que nunca imaginaste!


Seguro que no te sorprende que los españoles nos dejemos varios millones de euros al año en toda clase de alimentos “dietéticos”
y en la diversísima gama de complementos alimentarios “alternativos” y “naturales” que hay en el mercado para, supuestamente, adelgazar más rápido y más kilos, elaborados a base de extractos de plantas, frutas y verduras. en miles de libros, revistas y páginas web se habla tanto y tan bien de estas “fórmulas adelgazantes” –muchas de ellas avaladas por marcas conocidas y por expertos de renombre– que parece una estridencia el solo hecho de preguntarse si son realmente tan eficaces y tan seguras como nos prometen. Y cuestión aparte sería averiguar por qué muchos de ellos son tan caros. Pero merece la pena informarnos de qué hay detrás de estos prometedores productos, para decidir con buen criterio si los tomamos o no. Y para formarnos una opinión sólida, conviene tener muy en cuenta los argumentos de los dietistas-nutricionistas sobre estos productos, ya que estos profesionales se han tomado muy en serio la responsabilidad de indagar sobre ellos e informar a toda la población sobre su efectividad y prevenir sobre sus posibles riesgos.

Plantas “adelgazantes”: ¿ayuda inocua de la naturaleza?

El Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas es tajante respecto a las supuestas propiedades adelgazantes de la mayoría de los complementos y preparados a base de plantas, frutas y verduras que se comercializan como revolucionarios “quemagrasas”: muchos de estos productos no solo son inútiles, sino que comportan un riesgo bastante alto para nuestra salud, asegura este grupo de investigadores.

Por mucho que nos choque, la realidad es que la máxima autoridad europea en materia de alimentación, la autoridad europea de seguridad alimentaria (eFsa, por sus siglas en inglés) no avala la supuesta capacidad de eliminar de forma específica la grasa corporal de ningún alimento o complemento. Por lo tanto, cualquier producto que se venda como “adelgazante” es ilegal.

Por su parte, el centro nacional de medicina complementaria y alternativa, en julio de este mismo año 2013, advirtió que los “quemagrasas” o similares, además de ineficaces, pueden contener ingredientes de medicamentos capaces de generar “efectos secundarios dañinos”, los cuales suponen un riesgo mayor en el caso de las personas que toman otros medicamentos, dada la probabilidad de que se produzcan peligrosas interacciones y alteraciones metabólicas.

Por tanto, no es alarmista advertir que todo aquel se anima a tomar por su cuenta y riesgo cualquier supuesto “producto adelgazante”, por muy “natural” e “inocuo” que nos digan que es, sin contar con la supervisión de un médico que pueda controlar – en medida de lo posible– los efectos del producto, está jugando a la ruleta rusa con su salud, porque los riesgos son imprevisibles.

Normativa poco exigente

“Entonces, ¿por qué puedo comprar estos productos adelgazantes de origen natural sin restricciones casi en cualquier sitio?”, te preguntarás, con toda la razón. nos topamos aquí con otra realidad no menos chocante: el caso es que la directiva europea relativa a los “productos dietéticos” no exige a los fabricantes que realicen ensayos clínicos previos a la comercialización de los mismos para demostrar su efectividad y seguridad, ni requiere tan siquiera que aporten información sobre productos con principios activos similares que hayan demostrado su eficacia y seguridad en las dosis establecidas. esto viene a resumirse en pocas palabras: no está nada claro que estos “complementos” sirvan para algo, y tampoco se sabe si pueden producir efectos secundarios en las personas.

No te arriesgues

Uno de los más activos miembros del mencionado grupo investigador de la asociación española de dietistas-nutricionistas, julio Basulto, recomienda, sin rodeos, que practiquemos eso que se llama sentido común: “si en tu casa tienes cualquier clase de producto que te hayan vendido en una tienda de dietética o similar con la idea de que pierdas esos kilitos que crees (o creen) que te sobran, hazme caso: no lo uses”. idéntica es la recomendación que hace otra de las máximas autoridades de referencia en este asunto, la asociación americana de endocrinólogos clínicos.

Entre la larga lista de productos a base de plantas que se venden como “adelgazantes”, pero que carecen de suficiente eficacia demostrada, están algunos tan populares como los hechos a base de piña, alcachofa, té verde, efedrina, chitosán, guaraná, hierba de san juan, inulina o glucomanano, según explican maría josé mateo y julio Basulto en su libro “no más dieta”.

Otro apunte importante: no son pocos los dietistas-nutricionistas que piden también coherencia en cuanto al consumo de determinados fármacos que, incluso siendo empleados de forma cotidiana por la medicina tradicional para acelerar la pérdida de peso en algunos pacientes, tienen un efecto “muy modesto”, por lo que conviene tener en cuenta si merece la pena exponerse a los posibles efectos secundarios que pueden acarrear, como medicamentos que son.

El papel de la fibra

  • La fibra dietética que contienen los vegetales en cantidades variables (sobre todo, los frutos secos, las legumbres y cereales integrales –arroz integral, pasta integral, pan integral-, así como las frutas y hortalizas) pueden ayudar a disminuir la absorción intestinal de las grasas procedentes de los alimentos que ingerimos y además es saciante, lo cual no solo contribuye a mantener un peso saludable, sino que, al mismo tiempo, proporciona efectos positivos para el sistema cardiovascular y mejora el tránsito intestinal.

  • Obtendremos estos beneficios, simplemente, enriqueciendo nuestra alimentación habitual con alimentos que contienen fibra. Pero, según insisten los nutricionistas, no está comprobado que los complementos alimentarios de fibra, aunque tengan origen “natural”, aumenten de manera significativa este efecto en el organismo, y mucho menos sin producir efectos indeseados con los que no contábamos.

La auténtica infalible receta natural anti kilos

No te engañes: seguir comiendo igual que siempre y moverte más bien poco –por muchos comprimidos de plantas supuestamente “adelgazantes”, eliminadoras de grasas y reductoras de líquidos que tomes a lo largo del día–, no es más que perder el tiempo.


La fórmula maestra para perder los kilos y no volver a recuperarlos la conoces de sobra y, lo mejor de todo: es mucho más sana, eficaz y “natural” que cualquier producto dietético supuestamente “milagroso” que puedas comprar. esta fórmula se llama “cambio de estilo de vida”, y la receta es la siguiente:

  • COMER DE MANERA EQUILIBRADA: Combina los distintos grupos de alimentos, pero dando prioridad a los vegetales en crudo o cocinados de manera sencilla (al horno, a la plancha, al vapor...).

  • CONTROLAR LAS CANTIDADES: El tamaño de las raciones de comida tiene que adecuarse a tu gasto energético. Para controlarte mejor, come en plato pequeño.

  • HACER EJERCICIO: Estamos hechos para movernos, y la comida es nuestro combustible. tenemos que gastarlo todos los días para que no se acumule en forma de kilos de más. si tienes que perder peso, muévete más.

  • SER OPTIMISTA: Solo conseguirás tu meta de llegar a tu peso saludable si de verdad te convences de que lo vas a conseguir. con este pensamiento en tu mente, te darás cuenta de que tus esfuerzos obtienen la recompensa que te mereces. La palabra mágica es constancia.

Dieta nueva, vida nueva

El adquirir hábitos saludables de alimentación como de ejercicio no es cosa de un mes. Se consigue a lo largo del tiempo con perseverancia, lo cual no quiere decir que uno no pueda salirse de la rutina de vez en cuando”, remarca Ángel Nogueira Pérez, nutricionista colaborador con el servicio de nefrología en el Hospital Universitario de La Princesa (Madrid). “Lo que comúnmente se denomina “dieta” (y no me refiero a dietas de restricción calórica, en las que hay que pesar los alimentos), realmente es la forma correcta de alimentarse, debiéndose mantener durante todo el año, para que los excesos que se hagan los fines de semana o durante las vacaciones no influyan de manera importante”.

¿Quién te echa una mano?

  • EL MÉDICO DE FAMILIA: Valorará tu estado general y determinará si realmente tienes que bajar de peso y en cuántos kilos debes situarte para gozar de una buena salud.

  • EL DIETISTA-NUTRICIONISTA: Una dieta para adelgazar eficaz nunca será un régimen estándar que valga para cualquier persona. Cada cual debe ajustar su dieta para perder peso a sus necesidades y características en función de su edad, de su sexo, de si padece alguna enfermedad y otras circunstancias. El dietista-nutricionista (solo pueden llamarse así los titulados universitarios) es el profesional sanitario especialista en diseñarnos una dieta personalizada, teniendo en cuenta todos los factores necesarios para que nos dé buenos resultados. Esto es aún más importante si tenemos un sobrepeso importante u obesidad desde hace años y no hemos logrado adelgazar lo suficiente por nuestros propios medios.

  • EL PSICOTERAPEUTA: Que seamos capaces de seguir la dieta y modificar definitivamente nuestra conducta alimentaria depende de múltiples aspectos psicológicos. Por ejemplo, si lo que nos lleva a comer demasiado es una depresión o la ansiedad, la psicoterapia bien dirigida por un especialista ayuda superarlas y a encontrar en uno mismo la motivación necesaria para aprender a comer –y, en definitiva, a vivir– de forma saludable.

Mitos derrumbados

  • SALVADOD E AVENA: ¿EL “SUPERCEREAL ADELGAZANTE”? Es ilegal afirmar que el salvado de avena sea por sí mismo “adelgazante”, porque, tal y como han probado recientes estudios, esto no es cierto. Además, abusar de su consumo, tal y como exigen ciertas dietas muy famosas, puede impedir el correcto funcionamiento de las estatinas, que son el fármaco más utilizado para controlar los niveles de colesterol.

  • PRODUCTOS “LIGHT” Y “ZERO”: ¿ADELGAZAN POR SÍ MISMOS? La EFSA señala que no hay pruebas que demuestren que los alimentos o bebidas en los que se han sustituido los azúcares por edulcorantes calóricos contribuyan, por sí mismos, a conseguir o mantener un peso corporal normal. como mucho, en el marco de una alimentación equilibrada, estos alimentos pueden ayudar a no excedernos en la ingesta calórica, pero no “adelgazan”. igualmente en este caso, de acuerdo con la EFSA, toda declaración que atribuya a estos alimentos o bebidas un efecto “adelgazante”, son ilegales. de hecho, un consumo abusivo de estos productos termina acumulando en el organismo más calorías que un consumo moderado de otros alimentos más calóricos, lo que va a repercutir en el peso corporal si la energía sobrante no se “quema” haciendo ejercicio físico suficiente.

  • PROTEÍNAS: ¿PARA PERDER MÁS KILOS? no, tampoco las proteínas por sí mismas, tienen efecto adelgazante ni “quemagrasas”. sí es cierto que, de manera indirecta, incluir en una dieta moderada en calorías alimentos ricos en proteínas contribuye a la pérdida de peso, porque ayudan a saciar el apetito, pero no son mágicas ni adelgazan por sí solas, por más que se hayan popularizado los batidos de proteínas como “comida única” para adelgazar. el consumo habitual de este tipo de productos ponen en serio riesgo la salud. Tampoco aumentar desmesuradamente la cantidad de alimentos proteicos, como las carnes, es una medida sensata para intentar perder más kilos, porque puede redundar en un exceso de grasas, aparejado a trastornos lipídicos en sangre y a daños en la función renal. Por tanto, es importante que las proteínas estén presentes en cantidades moderadas en un plan de pérdida de peso. Solo así obtendremos sus beneficios.

  • CARBOHIDRATOS: ¿ENGORDAN? No. las dietas en las que los carbohidratos complejos (cereales integrales, verduras ricas en almidón, legumbres, etc.) representan en torno a un 50% del aporte energético total se asocian con índices de masa corporal más bajos en adultos sanos. así lo expone el más reciente consenso español para la prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en adultos, elaborado por la Federación española de sociedades de nutrición, alimentación y dietética (FESNAD) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO).

Y si eliminas líquidos...

Desde luego que perder los “líquidos” acumulados es positivo, porque contribuye a disminuir volumen y a eliminar toxinas.

Sin embargo, para despedirnos de los kilos, lo que realmente interesa es perder “lípidos” (grasa), no solo por motivos estéticos, sino por los muchos beneficios que ello reporta a todo el organismo, sobre todo para aliviar el edema que el líquido acumulado produce en zonas como abdomen, rodillas, tobillos y pies.

Existen numerosos complementos alimentarios de origen natural que podrían ayudar a eliminar esos líquidos acumulados, por su efecto diurético, pero en ningún caso su ingesta tendrá efecto reductor de la grasa corporal.

 

 

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