El romero es la más conocida de las plantas mediterráneas. Su nombre en latín es Rosmarinus, que significa “rocío de mar”. Con su aroma impregna los bosques y jardines, y sus bonitas flores azuladas atraen a las abejas, que obtienen de ellas una miel muy apreciada.

Son muchos los usos que se le da al romero en la cocina, la perfumería y la cosmética, y también, como vamos a ver aquí, en la medicina natural.

Cultívalo en casa

Al ser un arbusto de dimensiones medianas, se cultiva con facilidad en macetas.

El mejor momento para recolectarlo es cuando está florido, en primavera y otoño, aunque se mantiene verde todo el año.

Para conservarlo, antes hay que poner a secar las ramas en un lugar a la sombra y con buena ventilación. Una vez seco, se guarda en una caja de cartón o en bolsas de papel (nunca en tarros de cristal o de plástico). De esta manera, el romero mantiene todas sus propiedades durante doce meses.

Sus aplicaciones

  • En infusión: Se cuecen 20 gramos de hojas y flores de romero por litro de agua y se cuela antes de tomarla. Ayuda a regular la menstruación y a combatir la anemia, la falta de apetito y los  trastornos intestinales (gases, indigestiones, retortijones), así como a aumentar la tensión arterial en casos de hipotensión y a recuperarse del agotamiento físico y mental.

  • Agua de romero: Se machacan unas ramas de romero y se dejan reposar en agua durante varios días. Puede ser útil para acabar con la caspa (mejor si se añade un chorro de vinagre de manzana). Las inhalaciones del vaho de agua de romero se emplean para combatir los dolores de cabeza.

  • Aceite esencial de romero: Se usa para dar masajes o añadido al agua del baño, por sus propiedades vigorizantes.

  • Alcohol de romero: Se pueden dar friegas con compresas impregnadas en este alcohol para aliviar los dolores reumáticos en las articulaciones, la lumbalgia y las inflamaciones. También puede ayudar en caso de dermatitis seborreica, aplicado en las zonas del cuero cabelludo afectadas, pues regula la producción de grasa, mejora la circulación sanguínea y estimula los folículos pilosos.

¿Cuándo está contraindicado?

  • Si padeces gastritis aguda, úlcera gastroduodenal, problemas de hígado, epilepsia y Parkinson.
  • En caso de embarazo y durante la lactancia.
  • Los baños calientes con romero deben evitarse si se tienen heridas en la piel, fiebre, trastornos circulatorios severos o hipertensión.


Añade unas hojas de romero –fresco o seco– a tus arroces, asados y guisos. Les dará un sabor y aroma muy apetecible.

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