La alergia es consecuencia de un aumento de la sensibilidad del organismo ante una sustancia concreta –denominada alérgeno– que produce unos síntomas característicos (reacción alérgica) cuando el individuo se pone en contacto con ella (la inhala, la ingiere o toca su piel).


Cada vez hay más alergias debido, probablemente, a un estilo de vida muchas veces ceñido a ambientes cerrados con aire acondicionado, humedad, hongos y ácaros, así como por la convivencia con animales de compañía, que suponen un mayor riesgo de sensibilización.

Cuando un alérgeno contacta con una persona alérgica, su sistema inmunitario responde produciendo una gran cantidad de los anticuerpos llamados inmunoglobulinas (IgE). La sucesiva exposición a este alérgeno producirá la liberación de un mediador químico, la histamina, que genera los típicos síntomas alérgicos. Hay personas con predisposición familiar para padecer alergias a sustancias muy variadas que son inocuas para la población general, fenómeno que conocemos como “atopía”.

Ese molesto polen...

El responsable de gran parte de las alergias respiratorias (rinitis alérgica) es el polen de las plantas gramíneas, una familia vegetal que comprende especies tan comunes como el césped, el trigo, la cebada, el centeno, el maíz, la avena o el arroz. Cada especie tiene su particular período de floración, por lo que es posible detectar pólenes de gramíneas en el ambiente durante seis o más meses todos los años. Sin embargo, la mayor concentración se suele dar en los meses de abril, mayo y junio, sobre todo si ha llovido mucho entre octubre y marzo, como ha sucedido en diferentes zonas de España en la última temporada. También es frecuente la alergia al polen de las coníferas (arizónica, pino, cedro, ciprés, etc.), del olivo y de otros árboles.

En general, a las personas que sufren de este tipo de alergia los médicos les aconsejamos estas pautas:

  • Utilizar aparatos de aire acondicionado que dispongan de filtros específicos para el polen y humidificadores.

  • En los viajes en coche, no llevar las ventanillas abiertas durante el trayecto.

  • En casa, no abrir las ventanas a primera hora de la mañana y al caer la tarde, los dos momentos del día en los que se da una mayor polinización.

  • Al regresar a casa, es aconsejable ducharse y cambiarse de ropa, pues el alérgeno se puede depositar en el pelo y en la ropa.

  • Elegir siempre lugares de vacaciones en los que se registren bajas concentraciones de polen.

  • Evitar exponerse a humo de tabaco, polvo, sprays e insecticidas.

Otras alergias:

  • A LOS ALIMENTOS: El único tratamiento eficaz es dejar de consumir el alimento implicado. En el caso de tener que hacer una dieta de eliminación muy amplia, habrá que buscar alimentos sustitutivos par a cubrir las necesidades nutricionales.
    Las alergias alimentarias más frecuentes son a las proteínas de la leche de vaca, las proteínas del huevo, los pescados, legumbres, frutas y verduras, sin olvidar los frutos secos, ciertos aditivos alimentarios, el marisco y los cereales. Puede haber también reacciones alérgicas cruzadas entre ciertos pólenes y algunos alimentos.

  • AL LÁTEX Y AL NÍQUEL: Últimamente se observan reacciones a sustancias que se han incorporado a nuestra vida de forma masiva provocando cuadros alérgicos. Entre estas sustancias encontramos el látex –variedad de tejido elástico– y el níquel, un metal presente en muchos objetos cotidianos, como monedas, bisutería, colorantes y pinturas, etc.

Prevención & Tratamiento

  1. Evitar el contacto con el alérgeno es la mejor manera de prevenir la reacción alérgica, pero no siempre es posible, como ocurre con el polen que flota en el ambiente, por lo que se usan los corticoides, pero sólo durante el periodo en el que la alergia está activa, pues su uso no debe prolongarse más de tres meses.

  2. Los más útiles quizás sean los antihistamínicos, que aminoran los efectos nocivos de la histamina en el organismo. La última generación de estos fármacos tiene pocos efectos secundarios y no provoca somnolencia.

  3. Los cromoglicatos actúan de forma preventiva, evitando el despliegue de las células llamadas mastocitos (liberadores de histamina) como medicamento preventivo antes de las crisis.

  4. Por último, la inmunoterapia pretende, con la aplicación de dosis progresivas de alérgeno en vacunas muy diluidas, que el paciente reaccione cada vez menos al causante directo de la reacción hasta su curación. Existe riesgo de que la alergia se agudice, pero en ocasiones es muy efectivo.
     

Diferencias

    RESFRIADO COMÚN RINITIS ALÉRGICA
Causado por...   Un virus Un alérgeno
Los síntomas comienzan...   Lentamente Rápido
Duración...   Entre 7 y 10 días Breve (minutos u horas)
Frecuencia...   Ocasional Muy recurrente
Secreción por nariz...   Densa Acuosa
Dolor de garganta...   Frecuente Rara vez
Temperatura...   Elevada (+ de 38ºC) Normal (en torno a 36ºC)
Molestias en los ojos...   Rara vez Muy frecuentes
Tos...   Muy frecuente Rara vez
Estornudos...   Frecuentes (aislados) En salvas (repetidos)

 

                                            

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