Menopausia Precoz ¡Vívela con salud!

Hay que mantener siempre una actitud positiva y abierta: una menopausia prematura no es lo mismo que “hacerse mayor” de repente. Tan sólo hay que cuidarse y aprender a convivir con esta nueva situación.

La menopausia es una etapa completamente normal en la vida de las mujeres que suele comenzar alrededor de los cincuenta años. Pero, en algunos casos, puede aparecer a edades más tempranas. Afortunadamente, tu médico puede ayudarte a controlarlos con la terapia hormonal más adecuada para ti.

La menopausia "normal"

La presencia de la menstruación durante la vida fértil de la mujer –desde la primera menstruación en la pubertad hasta la menopausia– se debe a los cambios hormonales durante el ciclo menstrual, al ritmo que marcan los ovarios. Cuando estos agotan su actividad, no hay más ovulación ni ciclos menstruales y la producción de las hormonas sexuales alcanza sus niveles más bajos. Esta es la etapa que denominamos menopausia o climaterio.

El fallo ovárico prematuro

Al contrario que la menopausia, el fallo ovárico prematuro (FOP) o menopausia precoz no es un proceso natural. El aparato reproductor deja de funcionar como debería antes de lo esperado, antes de los cuarenta años de edad. En estos casos, la ovulación se produce de forma muy irregular, con unos niveles muy bajos de hormonas sexuales, o bien cesa por completo. Esto puede ocurrir de manera abrupta, sin síntomas previos, o gradualmente tras un periodo de reglas irregulares.

La menopausia precoz suele deberse a:

  • Ooforectomía (retirada quirúrgica de los ovarios) asociada o no a una histerectomía (retirada quirúrgica de la matriz). Se conoce como “menopausia precoz quirúrgica”. La ausencia de ovarios conlleva una importante disminución de testosterona, la hormona sexual masculina, que está también presente en la mujer, aunque en menor cantidad. Sus efectos son disminución del apetito sexual y de la sensación de bienestar general. Estos trastornos suelen aparecer de inmediato tras la intervención.

  • Enfermedad autoinmune. Los ovarios se ven afectados porque el sistema inmunitario del organismo falla: los anticuerpos producidos atacan y destruyen por error los folículos todavía inmaduros en los ovarios. El fallo ovárico prematuro se asocia a enfermedades autoinmunes como hipotiroidismo, lupus eritematoso o artritis reumatoide. Es el origen de casi un 30% de los casos de fallo ovárico.

  • Radioterapia o quimioterapia. Pueden afectar al correcto funcionamiento de los ovarios, dependiendo de la parte del cuerpo irradiada, de la dosis y duración del tratamiento y de la edad de la paciente. Si bien estas tres patologías de dan en bastantes mujeres con menopausia precoz, hay que tener en cuenta que la mayoría de los casos de fallo ovárico prematuro la causa es desconocida. No obstante, puede haber un factor genético, puesto que se suele detectado una mayor frecuencia de este fallo ovárico prematuro en varias mujeres de la misma familia (entre un 4 y un 12% de los casos).

¿Cómo se diagnostica?

Cuando una mujer nota síntomas que le hacen pensar que padece una menopausia precoz, debe acudir a su ginecólogo, quien solicitará un análisis hormonal, en concreto los niveles de estradiol (principal estrógeno) y de FSH en la sangre. Si efectivamente hay un fallo ovárico, el estradiol se encontrará disminuido (menos de 30 pg/ml), y el FSH aparecerá elevado (más de 30 o 40 mlU/ml).

Todo bajo control

No existe una “cura” para la menopausia precoz: cuando aparece ya no es reversible. Pero el médico puede ayudarte a controlar sus síntomas, tanto los fisiológicos como los psíquicos, con distintos tratamientos. Hay que tener en cuenta que el cese de la producción de hormonas (estrógenos, principalmente), incrementa las posibilidades de desarrollar osteoporosis, hipercolesterolemia (incremento de los niveles del colesterol), hipertensión arterial y problemas cardiovasculares, motivos por los que también es importante restablecer el nivel hormonal.

  • Tal como sucede con la menopausia normal, el tratamiento más utilizado es la terapia hormonal sustitutiva, que consiste en tomar, en forma de píldoras, las hormonas que no segrega el organismo –fundamentalmente estrógeno, estradiol, andrógenos y progesterona– en las dosis necesarias.

  • Asimismo, existen parches intradérmicos que suministran estrógenos. Es muy importante que el médico conozca la historia clínica de la paciente antes de indicarle terapia de reemplazo hormonal, pues estará contraindicada en quienes han tenido cáncer o tienen antecedentes de cáncer en la familia. 

Síntomas más habituales

  • Irregularidad menstrual: ciclos más largos o menstruaciones más frecuentes, reglas en mayor cantidad o muy escasas.
  • Sofocos.
  • Insomnio o dificultad para dormir.
  • Cambios del humor.
  • Irritabilidad.
  • Disminución del deseo sexual.
  • Aumento de peso.
  • Otros: Sequedad vaginal, pérdidas involuntarias de orina, aumento del vello facial, dolor en las articulaciones, sequedad de la piel, etc.


Sé Optimista, Una actitud positiva te ayudará a afrontar los cambios que supone la llegada de una menopausia anticipada. Y cuéntale a tu pareja cómo te sientes; será tu mejor apoyo.

 

 

 

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