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Aunque encontramos naranjas en el mercado durante todo el año, no cabe duda de que las mejores son las que podemos disfrutar de octubre a mayo, que son las de procedencia española. No en vano España es el primer país productor de cítricos en Europa y el primer exportador del mundo para su consumo en fresco. Es en la Comunidad Valenciana, Andalucía, Murcia, Cataluña y Baleares donde más naranjos se cultivan, aunque también abundan en otras comunidades autónomas.
Mucha vitamina C para el catarro
En estas fechas, en las que llega el frío y los cambios de temperatura son frecuentes, las personas más propensas a los resfriados tienen en la naranja (como en el resto de los cítricos) una buena forma de protegerse, gracias a la acción de su alta concentración de vitamina C.
- Si bien no está científicamente comprobado que esta vitamina tenga la la capacidad de potenciar nuestro sistema inmune y, por tanto de prevenir los resfriados, sí hay estudios que relacionan la vitamina C con un alivio de los síntomas y con una recuperación más rápida.
- También sabemos a ciencia cierta que la vitamina C estimula en el organismo la producción de interferón, un tipo de proteína que genera el sistema inmunitario para evitar que los virus se reproduzcan en células aún sanas y favore la destrucción de las células ya infectadas.
- La vitamina C también parece estimular a los fagotitos que protegen el organismo de la entrada de microbios y participa en la formación de colágeno, proteína que mantiene la integridad de nuestras membranas celulares, que constituyen la primera barrera contra las infecciones.
Aliada anti colesterol
Estudios recientes apuntan a que la naranja, como toda la familia de los cítricos, puede beneficiar tanto a las personas que tienen niveles altos de colesterol como a los que quieren prevenir la hipercolesterolemia. Se ha comprobado que ciertas sustancias presentes en la piel y en el jugo de estas frutas, como los flavones polimetoxilatados, el consumo ayudan a reducir los niveles de LDL o colesterol “malo”.
Acción anti cáncer
Gracias a su riqueza en flavonoides, carotenos y otra serie de sustancias fitoquímicas con efecto antioxidante, el consumo diario de cítricos puede contribuir a la prevención de algunos tipos de cáncer, como el de boca, laringe y estómago. Esta misma acción antioxidante protege a las células del organismo en general del envejecimiento prematuro causado por los radicales libres.
¿Cuánta hay que tomar?
Estos efectos se consiguen con dosis normales de vitamina C. La dosis diaria recomendada de vitamina C es de unos 60 miligramos para los adultos (la mitad en el caso de los niños). Para alcanzar esta cantidad basta con tomar el zumo de dos naranjas, un pomelo o un par de mandarinas. La ingesta de mayores dosis de vitamina C, aumentando en exceso el consumo de cítricos o tomándola en forma de suplementos sin que sea necesario, no ha demostrado mejorar los resultados.
Si la tomas en zumo, bébelo sin colar para aprovechar los beneficios de su fibra.
¿Cómo conservar mejor sus propiedades?
- El zumo es conveniente tomarlo recién exprimido, puesto que, en contacto con el aire, las vitaminas se oxidan.
- Si se van a consumir en pocos días, las naranjas se pueden dejar en un frutero a temperatura ambiente. Si lo que queremos es que nos duren intactas varias semanas, lo mejor es conservarlas en el frigorífico.
- El peso y consistencia de las naranjas son pistas que nos hablan de su calidad y punto de maduración.
Las que están en su punto resultan pesadas respecto a su tamaño, ya que estarán llenas de jugo. Puede haber naranjas maduras con la piel verde. Las que se deben descartar son las que presenten golpes, magulladuras o que tengan olor rancio.
¡Hazte fan de los cítricos!
- Los expertos en nutrición aconsejan que, de las tres raciones de fruta que hay que tomar al día, una de ellas sea un cítrico, y mucho mejor si consumimos dos raciones, una en el desayuno y otra en la comida o en la cena.
- Para no caer en el aburrimiento, no debemos limitarnos sólo a tomar la la naranja entera o su zumo: los demás cítricos (pomelo, mandarina, limón y lima) nos permiten disfrutar de diferentes aromas y sabores con los mismso beneficios. Podemos combinarlos entre ellos y con otras frutas en apetecibles macedonias, o incluso con hortalizas para elaborar originales y nutritivas ensaladas.