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Un jardín medicinal en tu propia casa

No te hace falta tener mucho espacio en casa para disfrutar de tu propio jardín medicinal doméstico. En cualquier maceta o jardinera puedes cultivar plantas muy sencillas y resistentes que nos regalan muchos beneficios para la salud y que incluso se pueden comer.

Romero

Se mantiene verde todo el año aunque el mejor momento para recolectarlo es cuando está florido, en primavera y otoño.

Para conservarlo, ponlo a secar en un lugar a la sombra y con buena ventilación. Una vez seco, guárdalo en una caja de cartón o en bolsas de papel (nunca en tarros de cristal o de plástico) para que mantenga todas sus propiedades durante por lo menos un año.

Esta planta, en infusión, ayuda a regular menstruación y a combatir la anemia, la falta de apetito y los trastornos intestinales, así como a recuperarse del agotamiento físico y mental. También puedes hacer agua de romero (se machacan unas ramas y se dejan reposar en agua durante varios días) para acabar con la caspa y para hacer vahos contra el dolor de cabeza.

Si añades una ramita (fresca o seca) a arroces y caldos, les da un sabor delicioso.

Aloe vera

Cultívala en maceta de barro, rellenando la mitad con tierra de jardín y la otra mitad con turba. En el fondo pon dos dedos de grava, que servirá como drenaje. Requiere muy poco riego. Ten en cuenta que el aloe solo proporciona propiedades curativas cuando tiene entre dos y cinco años.

La gelatina que contienen sus hojas mejora la digestión, la gastritis, las úlceras de estómago y el estreñimiento. Puedes añadirla en las ensaladas o licuarla con frutas. Se puede aplicar directamente sobre la piel para ayudar a curar cicatrices y quemaduras, por su poder regenerativo, antiinflamatorio y desinfectante.

Se deben cortar las hojas exteriores y más próximas a la tierra, que son las más viejas y que tienen concentradas todas sus propiedades curativas.

Albahaca

Se conoce sobre todo por su delicado sabor y aroma, ideal para la pasta y las salsas de tomate, pero si se toma en infusión es diurética, digestiva, relajante y alivia bronquitis y catarros.

Si se planta junto a las ventanas ahuyenta a los insectos. Necesita luz, pero hay que evitar que le dé el sol directamente. Debe regarse cada vez que esté la tierra seca. Hay que podarla regularmente para que no florezca, puesto que adquiriría un sabor anisado.

Hierbabuena

Es uno de los sabores más característicos del verano. Por ser tan refrescante y aromática, se espolvorea picada sobre frutas y verduras para realzar su sabor. También se toma en infusión. Entre sus propiedades están la de mejorar las molestias digestivas de todo tipo (retortijones, colon irritable, gases…).

La planta solo necesita luz y mucha agua, sin que llegue a encharcarse. Cultívala en un tiesto grande, porque se expande en poco tiempo.

 

 

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