El ronquido es un trastorno muy prevalente, dado que afecta al 40% de los varones y al 20% de las mujeres. Puede ser un problema ocasional o una manifestación del síndrome de apnea-hipopnea del sueño (SAHS). "Este produce excesiva somnolencia diurna como consecuencia de la mala calidad del sueño, pudiendo afectar a la capacidad intelectual y al rendimiento y ser causa de accidentes laborales y de circulación; trastornos respiratorios; enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares; problemas psicológicos e intelectuales (dificultad de concentración, depresión, cambios en el estado de ánimo, ansiedad, irritabilidad). Recientemente, además, se ha investigado también la relación entre el SAHS y el cáncer", explica el doctor Javier de Miguel Diez, Neumólogo del Hospital Gregorio Marañón.
¿Cómo se tratan?
Hay que hacer algunos cambios como no fumar, evitar los psicofármacos si es posible, el alcohol y las comidas copiosas antes de acostarse, dormir preferentemente de lado y colocar la cama inclinada, levantando la cabecera. En el caso de que el ronquido se asocie a problemas de nariz, boca, paladar, garganta o cuello, pueden ser necesarias medidas correctoras con tiras nasales, avance mandibular o incluso cirugía.
Algunos estudios recientes han visto una relación entre apneas y cáncer
¿Necesito mascarilla?
La mascarilla, denominada máquina de CPAP, es un dispositivo mecánico que se aplica en algunos casos de apnea y que actúa enviando una presión positiva continua a las vías aéreas para mantenerlas abiertas y evitar su colapso. Así, impide el cierre de las vías respiratorias durante el sueño, mediante el aumento de la presión de aire en la garganta. El médico valorará el número de apneas y determinará si la necesitas mediante una prueba del sueño.
