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Colesterol ¡Ponlo a 200!

¿Tienes a mano tu último análisis de sangre? Cógelo y mira tu cifra de colesterol total. ¿Está por encima de 200? Malo. ¿Y tu cifra de LDL? ¿Supera los 130? Pues la cosa es aún más peliaguda. Si es así, ponte manos a la obra para bajarlo.


Jesús tiene 47 años. No fuma ni bebe. Practica algo de deporte. Y está sano. Pero en un análisis rutinario le han detectado un nivel de colesterol cercano a 250 mg/dl, por lo que debe someterse a revisiones periódicas y cuidar su dieta y sus hábitos. Con un objetivo a corto plazo: bajarlo a menos de 200.

Su situación, por desgracia, es muy común. Según el estudio ENRICA, uno de cada dos españoles tiene el colesterol disparado. Y, lo peor, a uno de cada tres no le preocupa, cuando el colesterol alto es un factor de riesgo asociados a las enfermedades cardiovasculares, la primera causa de muerte en España. Pero, ¿qué es exactamente el colesterol y por qué cuando lo tienes alto te obliga a realizar cambios saludables en tu estilo de vida?

Bueno, malo, total

«El colesterol es un tipo de grasa presente en el organismo necesaria para el buen funcionamiento de todas las células del cuerpo –explica el doctor Esteban López de Sá, de la Unidad Coronaria del Hospital Universitario La Paz–. Una parte de este colesterol, sintetizado, se elabora en el hígado; el resto lo tomamos a través de los alimentos que ingerimos».

La sangre conduce el colesterol desde el intestino o el hígado hasta los órganos que lo necesitan y lo hace uniéndose a partículas llamadas lipoproteínas. Cuando el colesterol se adhiere a lipoproteínas de alta densidad (HDL), el exceso colesterol vuelve de nuevo al hígado, donde se destruye. Este es el 'colesterol bueno'. Pero si se adhiere a lipoproteínas de baja densidad (LDL), este se acaba depositando en la pared de las arterias y forma las placas de ateroma. Este es el 'colesterol malo'. 

Estos dos parámetros, junto con el colesterol total –que se obtiene midiendo todo el colesterol y los triglicéridos en el suero sanguíneo–, son los que sirven para determinar, mediante un análisis de sangre, si nuestros niveles son óptimos o altos.

«Los últimos estudios indican que niveles de entre 190 y 200 mg/dl de colesterol total son las cifras a no rebasar para no incurrir en riesgos como el infarto de miocardio, la enfermedad coronaria o el ictus –explica José María Lobos Bejarano, coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Vasculares de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC)–. El punto de corte definido por la OMS para personas sanas es de 200 en el total, 130 en el LDL, por debajo de 90-140 de tensión y menos de 100 de glucemia».

En el caso del colesterol total, la cifra que se considera admisible ha bajado de los 220 a los 200 mg/dl por una cuestión «lógica», como indica el doctor Videncio Barrios, adjunto del servicio de cardiología del Hospital Ramón y Cajal. «La cifra ha bajado porque se ha demostrado que esa reducción conduce, indudablemente, a una evidente mejora en la salud». Y ya se sabe que el colesterol alto es un factor de riesgo para desarrollar un buen número de enfermedades.

¿Y si está alto?

Practicar ejercicio, no fumar y evitar el sobrepeso ayudan a paliar este problema de salud, aunque hay casos en los que puede aparecer en personas delgadas o con una dieta sana por una mala síntesis en el colesterol en el hígado. Son las denominadas hipercolesterolemias de tipo genético, cuyo tratamiento debe combinar las medidas higiénico-dietéticas con los fármacos.

Si además de tener el colesterol alto eres fumador o sufres hipertensión el riesgo cardiovascular se multiplica. Y aún más si eres diabético: en ese caso, el LDL debe ser inferior a 100, y si eres diabético de alto riesgo o has tenido problemas coronarios o vasculares, menos de 70.

Los deberes de quienes sufren hipercolesterolemia, como Jesús, están claros: combinar pautas de vida saludable con unos medicamentos de acreditada eficacia, para equilibrar los niveles de este lípido que favorece la síntesis de las membranas de las células, fabricar sales biliares y algunas hormonas y cuyo nivel empieza a crecer desde que venimos al mundo.

El colesterol es un lípido necesario que debe tomarse a diario. Pero hay alimentos, como los procesados y las carnes rojas, que deben ingerirse con moderación, pues lo elevan hasta niveles peligrosos.

LDL: el malo de la película

En la comunidad médica cada día está más asentado que los niveles altos de colesterol malo (LDL) son más relevantes clínicamente que los de colesterol bueno (HDL). _Si el HDL está muy por debajo de 40, eso supone un factor de riesgo adicional, pero en España, gracias a la dieta mediterránea, se suelan superar los 60 mg/dl. En cuanto al LDL, las guías de práctica médica indican que el nivel óptimo se sitúa en menos de 115 mg/dl aunque admiten que un nivel de 130 mg/dl es aceptable_, explica el doctor Lobos Bejarano.

¡Desmontamos tres mitos falsos!

  1. El marisco hace que suba: El colesterol ha sido objeto de profundos estudios, pero sigue habiendo mitos e ideas equivocadas sobre él, muchas de ellas referidas a la alimentación. Como que el marisco lo eleva mucho. Lo hace, claro –como todo–, pero no más que las nueces, los dátiles o las pasas. Por otra parte, se habla de alimentos que propician la reducción de los niveles de LDL, como el vino o el ajo, pero no hay ningún estudio serio que lo haya podido confirmar.

  2. ¡Los huevos son el demonio!: Durante décadas se afirmó que los huevos hacían subir mucho el colesterol y que eran dañinos para el hígado y el riñón. Hasta que un megaestudio de Harvard descartó la relación entre el consumo de huevos y la enfermedad cardiovascular. Es cierto que la yema de huevo tiene mucho colesterol, pero también es rica en ácidos Omega 3 que lo compensan.

  3. Las estatinas causan dolor muscular: Otro mito es que las estatinas provocan efectos secundarios. _Este fármaco, avalado por ensayos en más de 200.000 personas, es seguro. Se habla de un dolor muscular parecido a unas agujetas, pero solo ocurre en un 2% de los casos, lo que es equiparable a las pruebas con placebo. Y en estos casos el problema se resuelve ajustando la dosis_, explica el doctor Lobos Bejarano, de la SEMFYC.

¿Qué debes comer?

El colesterol es básico y se debe ingerir cada día, pero debes estar atento para no excederte. Este plan de alimentos recomendables, a limitar y prohibidos te ayudará.

  • ALIMENTOS RECOMENDABLES: Puedes tomar libremente, y cada día, frutas, verduras, legumbres, hortalizas y pescado. Y también lácteos desnatados e hidratos de carbono integrales como pan, pasta, cereales y salvado.

  • ALIMENTOS A LIMITAR: Este segundo grupo de alimentos puede consumirse sin problemas, pero solo una o dos veces a la semana: carnes rojas sin grasa, yemas de huevo, mariscos, aves y caza…

  • ALIMENTOS PROHIBIDOS: En el último grupo, que pueden tomarse como máximo una vez a la semana, están la mantequilla, la bollería industrial, las salchichas, el paté, las patatas fritas , los embutidos, las carnes de cerdo y pato… ¡y ojo con el aceite!.

  • ESTATINAS VS. FITOSTEROLES: Muchos estudios científicos que avalan la eficacia de los fitosteroles, un producto no farmacológico que se vende en unos famosos botecitos blancos. Mientras una dieta baja en colesterol puede hacer que este baje un 5%, con los fitosteroles, la cifra llega al 10%. Sin embargo, su eficacia es limitada comparada con la de las estatinas, los fármacos usados para este fi n, que la reducen hasta un 40%.

La OMS recomienda que el colesterol total sea menor de 200 mg/dl y el LDL inferior a 130.

 

 

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