Cuando las gafas anti-reflectoras para el sol o las lentes de aumento dejan de ser eficaces, la cirugía se presenta como el único tratamiento eficaz para las cataratas.
¿Qué son las cataratas?
La catarata es la pérdida de trasparencia del cristalino, una lente biconvexa que se encuentra detrás de la pupila, y que es el encargado de enfocar las imágenes en la retina. Cuando falla, hace que las imágenes no nos lleguen nítidas. Los primeros síntomas son una pérdida progresiva de la visión, tanto de cerca como de lejos. También puede aparecer visión borrosa, deslumbramiento en ambientes con mucha luz o notar menos brillo en los objetos.
¿Cuándo me debo operar?
Cuando la pérdida de visión interfiere en tus actividades cotidianas y la catarata está ya tan avanzada que no puede correjirse cambiando la graduación de los cristales de las gafas, la única solución es la intervención quirúrgica, generalmente mediante una técnica por ultrasonidos conocida como facoemulsificación.
¿En qué consiste una operación de cataratas?
La facoemulsificación consiste en extraer el contenido del cristalino opaco usando vibraciones ultrasónicas para aspirar la catarata.
Para ello se realizan dos pequeñas incisiones en la periferia de la cornea, y mediante un orificio en la parte anterior de la cápsula del cristalino se introduce una sonda que mediante ultrasonidos deshace la catarata y la absorbe.
Posteriormente, se inyecta una lente intraocular que hará las funciones del cristalino.
¿Se necesitan anestesia y hospitalización?
Al paciente se le administra únicamente anestesia tópica, con unas gotas de colirio. Si precisas cirugía para las cataratas en los dos ojos, la operación se realizará en cada uno individualmente, dejando un periodo de cuatro a ocho semanas de diferencia entre cada intervención. Con las técnicas de microincisión que se emplean en la actualidad se han reducido las complicaciones y mejorado el posoperatorio. Podría decirse que la operación es segura y los resultados que se obtienen excelentes. En sólo 20 minutos se opera, no se requiere hospitalización y puede reanudar su actividad habitual generalmente el mismo día de la intervención.
¿Qué puede propiciarla?
A medida que envejecemos el riesgo de padecer catarata aumenta. De hecho, el 70 por ciento de los mayores de 70 años la padecen. Aunque otros factores, como tomar el sol de forma directa, la diabetes, o el consumo de alcohol, tabaco o corticoides también pueden propiciarla. Por otro lado, los pacientes con miopía alta tienen cuatro veces más posibilidades de desarrollar catarata que la población general.
¿Qué cuidados necesitaré tras la operación?
Tras la intervención, el ojo deberá ser revisado en la primera semana. Después, preocúpate de seguir las indicaciones del especialista y renueva los colirios cada 15 días.
Puedes reanudar tus actividades habituales sin mayores problemas, pero eso sí, evita golpearte el ojo, frotártelo y los esfuerzos demasiado violentos. Si vas a viajar de manera inminente puedes hacerlo, salvo si vas a hacerlo en avión. No es necesario que utilices gafas, pero si te molesta la luz puedes usar cristales ahumados.
Sólo en nuestro país, se realizan más de 700.000 operaciones de cataratas cada año, una cifra que va en aumento.
