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10 claves para unas piernas ligeras

Se llevan la parte más dura del día a día: andan, corren, suben, bajan, se golpean, están quietas durante horas, se sobrecargan… Las piernas son el soporte del cuerpo para realizar toda tarea. Y por eso, necesitan una buena circulación.


Por falta de tiempo, por desconocimiento o por pereza, las forzamos demasiado y no las cuidamos. Para evitar dolores, varices o pesadez, basta seguir una sencilla rutina.

  1. Hacer ejercicio físico ligero: Todo ejercicio con el que movamos las piernas es recomendable: subir escaleras, montar en bicicleta, nadar… y, por supuesto, caminar. Hazlo al menos 20 o 30 minutos cada día. También son buenos los estiramientos sencillos, sobre todo al levantarse y antes de dormir.

  2. No cruzar las piernas: Este mal hábito trae consigo la aparición de varices y otros problemas. Si estamos sentados mucho rato, es recomendable mover piernas y tobillos y levantarse a ratos para dar pequeños paseos.

  3. Mantener las piernas en alto: Sentados o en la cama, eleva las piernas elevadas sobre una silla, cojín o reposapiés (deben quedar por encima de la altura del corazón).

  4. Beber mucha agua e infusiones: Dos litros de agua al día son claves para una correcta hidratación y para evitar la pesadez de tus piernas. Infusiones de cola de caballo, hammamelis, jengibre o ginkgo biloba te ayudarán a mejorar la circulación venosa.

  5. Utilizar ropa y calzado adecuados: Evita usar minimedias o calcetines que aprieten o dejen marcas. Los zapatos con tacón alto (más de 4 cm) tampoco son aconsejables.

  6. Realizar pequeños masajes: En la ducha o en seco, un masaje con alguna crema exfoliante, con aceites esenciales –como el de romero– o con una crema fresca hará que sientas tus piernas más ligeras.

  7. Cuidar la alimentación: No abuses de la sal, pues retiene líquidos. El colesterol también influye en una correcta circulación, por lo que evitaremos los fritos y las grasas saturadas. Toma más fruta, verdura, pescado azul, frutos secos, miel y aceite de oliva.

  8. Tomar duchas tibias: Es bueno finalizar la ducha con un buen chorro de agua fría, que reactivará nuestra circulación. Si no lo resistes, usa agua tibia.

  9. Evitar el calor extremo: Exponer las piernas a fuentes de calor intenso como los braseros, la depilación con cera caliente o el sol no es recomendable.

  10. Dejar el tabaco: Es fundamental para que todo el sistema circulatorio funcione correctamente.

¡Dales un respiro! Sólo tienes que cambiar algunos hábitos

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