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El ABC de la hepatitis

La inflamación del hígado, el órgano más grande del cuerpo, puede ocasionar graves trastornos para la salud. Pero cada vez se reducen más gracias a la información, la prevención y los avances médicos y farmacéuticos.

En España hay millón de personas con hepatitis B crónica y otro medio millón con hepatitis C crónica… ¡y el 65% de ellos no lo sabe! Eso convierte a esta patología en un grave problema de salud púbica.

«El paciente, además de padecer la enfermedad, sufre una estigmatización social, porque mucha gente sigue asociando la hepatitis a una baja extracción social o grupos de riesgo –explica el doctor Javier Crespo, secretario de la Asociación Española de Estudios del Hígado (AEEH)–. Pero se ha demostrado que al menos un tercio de pacientes no recuerda una práctica de riesgo en toda su vida. ¿Por qué? Porque no la ha tenido». «La enfermedad –asegura Crespo, jefe de servicio de Digestivo del Hospital Marqués de Valdecilla de Santander– puede tener un periodo de latencia de hasta 40 años, y puede provenir, por ejemplo, de tiempos en los que se usaba la misma jeringuilla para varias inyecciones sin las correctas medidas de higiene».

En cualquier caso, sea cual sea la causa, la información, la prevención y el control son fundamentales para combatirla. De ahí que sean muy valiosas iniciativas como el Día Mundial contra la Hepatitis –que se celebra el 28 de julio– y campañas de sensibilización como la que acaba de lanzar la Asociación Catalana de Enfermos de Hepatitis (asscat-hepatitis.org) bajo el lema Detección precoz de las hepatitis. Tu salud ¡es tu derecho! Como subraya Juan José Montes, su presidente, «hay que hacer hincapié en la importancia de realizar pruebas de detección precoz. Nos hemos esforzado en imprimir material divulgativo y utilizar las nuevas tecnologías de la información para llegar a más gente, además de realizar charlas y mesas informativas en hospitales, pruebas orales de detección de la hepatitis C con el apoyo de la Cruz Roja en la calle y en nuestra sede…».

La prevención, unas sensatas medidas higiénico-sanitarias y una analítica periódica –en función de la edad– son fundamentales para prevenir la hepatitis. Y es que, cuando se detecte un elevado nivel de transaminasas, por pequeño que sea, se debe descartar si se padece hepatitis B o C. Así, el peligro de esta enfermedad será cada vez menor.

Ten cuidado… CON EL ALCOHOL

El consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de padecer una enfermedad hepática, como puede ser la hepatitis o, directamente relacionada con el alcohol, una enfermedad hepática alcohólica.

El límite de consumo de alcohol considerado seguro en adultos sanos está en menos de 30 gr. al día en hombres y menos de 20 gr. en mujeres. Aunque, por supuesto, el único límite totalmente seguro es la abstinencia.

 

LAS MÁS COMUNES

Hepatitis A

¿QUÉ ES? Es una enfermedad del hígado causada por el virus de la hepatitis A (VHA).

¿CÓMO SE CONTRAE? Se asocia a la falta de salubridad en agua y saneamientos, y al consumo de alimentos –como verduras, frutas o pescado– y agua contaminados.

SÍNTOMAS. Puede aparecer fiebre –a veces, puede parecer una gripe–, pérdida de apetito, diarrea y náuseas, coloración oscura de la orina o ictericia. El diagnóstico se establece mediante la detección en la sangre de anticuerpos IgM e IgG dirigidos específicamente contra el VHA.

TRATAMIENTO. Como prevención, destaca la higiene –hay que lavarse muy bien las manos antes de comer o después de ir al baño–, evitar zonas y situaciones de riesgo y vacunarse.

Una vez contraída, la hepatitis A termina desapareciendo, ya que no se cronifica, pero hay que vigilar los efectos de los síntomas, como, por ejemplo, una posible deshidratación, que suele ser frecuente.

Hepatitis B

¿QUÉ ES? La causa el virus VHB, y puede causar cirrosis o cáncer hepático.

¿CÓMO SE CONTRAE? A través del contacto con sangre u otros fluidos corporales de una persona que esté infectada, y se puede transmitir de madre a hijo si la madre porta el VHB sin haber recibido tratamiento.

SÍNTOMAS. No todas las personas muestran síntomas y, en todo caso, tardan en aparecer. Una vez que han dado la cara, pueden durar semanas y coinciden en gran parte con los de la hepatitis A. El diagnóstico se confirma con análisis de sangre.

TRATAMIENTO. La vacuna anti-VHB es obligatoria, pero no ha conseguido frenar esta enfermedad. Lo mejor es tomar medidas preventivas como el uso de preservativo en las relaciones sexuales y evitar compartir cepillos de dientes, cuchillas de afeitar… Una vez contraída la hepatitis B, la ciencia médica y la farmacéutica han conseguido generar medicamentos que, como antivirales orales, consiguen controlar la enfermedad en la práctica totalidad de casos.  

Hepatitis C

¿QUÉ ES? Está originada por el virus VHC, y se suele convertir en crónica si la infección se contrae en edad adulta. Puede causar cirrosis o, incluso, cáncer hepático.

¿CÓMO SE CONTRAE? Por contacto directo con el flujo sanguíneo de otra persona, como en el caso de la B. La trasmisión de madre a hijo se puede producir en torno a un cinco por ciento de los casos.

SÍNTOMAS. Es asintomática en la mayor parte de los casos, pero se puede detectar por un continuo cansancio y por los índices elevados de transaminasas en las analíticas. En muchas ocasiones, al no detectarse la enfermedad, y cuando ya es crónica, se producen daños hepáticos.

TRATAMIENTO. La clave está en la prevención, ya que no existe vacuna contra la hepatitis C, con lo que las medidas de higiene y profilaxis personal son fundamentales. Por suerte, diversos medicamentos recién descubiertos hacen que remita la enfermedad en un 90 o 95 por ciento de los casos, con perspectivas de vencer totalmente a la enfermedad.

Y además… Las hepatitis D y E son menos conocidas. En el caso de la D, solo se da cuando se es portador del virus de la B, y no tiene una especial incidencia. La E, con síntomas similares a los de la A, es menos común, habitual en personas inmunodeprimidas. Su trasmisión es feco-oral, por brotes epidémicos a través del agua o de alimentos contaminados. Para la E no hay vacuna.

 

EN ESPAÑA HAY UN MILLÓN DE PERSONAS CON HEPATITIS B Y C CRÓNICAS… ¡Y EL 65% NO LO SABE!

 

La novedad: NUEVOS ANTIVIRALES

Las últimas investigaciones han provocado una auténtica revolución en el tratamiento de los tipos de hepatitis que no remiten por sí solas, como la B y la C, que tienden a cronificarse.

«Ha habido una auténtica revolución – explica el doctor Javier Crespo, de la AEEH–, ya que, hasta hace cinco años, la enfermedad se trataba con fármacos inespecíficos que, en algún subtipo de C, curaban a uno de cada dos pacientes como máximo. Ahora, los nuevos medicamentos curan a nueve de cada de diez con cualquier subtipo».

El éxito de estos tratamientos se debe a tres factores: son medicamentos orales, no son de larga duración –una media de tres meses– y no presentan efectos secundarios.

En la actualidad hay siete de estos medicamentos, antivirales directos, aprobados en España, y otros tantos en vías de aprobación que, combinados, suponen una gran noticia para la profesión médica y, por supuesto, para los pacientes. Sin embargo, de cara al futuro quedan asignaturas pendientes.

 

A vueltas con... LA HEPATITIS C

Los medios de comunicación se han hecho eco en los últimos tiempos de las demandas de los afectados por hepatitis C para el acceso a un tratamiento que mejora su calidad de vida y puede salvarla en los casos más graves. La administración pública se enfrenta al problema de administrar un tratamiento muy costoso a un gran número de afectados. Juan José Montes, como presidente de ASSCAT, señala que «hay que conseguir el acceso a los tratamientos de cuantas más personas y cuanto antes, mejor». Y el doctor Crespo, que ha participado en las reuniones para encontrar una solución a este problema, afirma que «el Plan Estratégico ha posibilitado el acuerdo entre médicos y administración para el tipo y necesidad de tratamiento –cuyo coste ha llegado a bajar de 100.000 euros a 8.000 en algunos casos–. En los primeros meses de 2015 se ha tratado a cerca de 20.000 pacientes». Queda trabajo por hacer, pero, de momento, el Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C cuenta con cuatro líneas de actuación: diseñar la estrategia terapéutica, establecer mecanismos de coordinación en el Sistema Nacional de Salud, avanzar en la investigación de la enfermedad y trabajar con Hacienda para aportar garantías de financiación.

 

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