- Sé realista: Márcate objetivos alcanzables y no pretendas lograr en un mes las medidas de Gisele Bündchen. Proponte comer de forma saludable y practicar ejercicio tres veces por semana. Al principio, con eso será más que suficiente.
- Aprende a decir “no, gracias”: No te comas un pedazo de tarta o te apuntes a una copiosa comida solo porque es más cómodo que decir _no_. Si no quieres algo que encima te va a hacer ganar peso, aprende a rechazarlo de forma elegante y cortés.
- Reduce las porciones de comida: Trata de usar los platos más pequeños que tengas en la cocina. O, mejor aún, ten solo platos pequeños disponibles para comer. Es un modo fácil de regular la cantidad de alimento que vas a ingerir.
- Duerme ocho horas: Dormir es el modo perfecto que tienen los perezosos de perder peso. Cuando duermes no comes y, encima, regulas la hormona del apetito. No pierdas la oportunidad de dormir ocho horas cada noche.
- Baja el ritmo: Comer no es un carrera. Si comes demasiado rápido, el cuerpo no hará una buena digestión y acabarás ganando peso. Mastica bien la comida y dale tiempo al cerebro para que envíe la señal de que estás saciado.
- Haz la compra sin hambre: No vayas al súper a la hora de la comida. Si no te queda más remedio, come algo antes. Así evitarás comprar con los ojos y echar al carro productos poco adecuados para una dieta.
- Hazte con una mascota: Los dueños de mascotas tienen menos estrés que los que no las tienen. Y menos estrés significa más salud. Una mascota, aunque sea casera, te obligará a moverte y a estar en forma.
- Date algunos gustos: Lo más duro de una dieta es privarte de todo lo que te gusta. Pero si el régimen es muy estricto es fácil que acabes abandonándolo. Lo mejor es darte pequeños caprichos. ¡Pero pequeños!
- Limpiar, como ir al gimnasio: El tiempo que dedicas a limpiar tu casa lo puedes aprovechar como un minientrenamiento. Intenta mantener una buena postura y el abdomen contraído. Así aprovecharás todo el tiempo de las tareas domésticas.
- No te peses el sábado: Si lo haces y has perdido peso te sentirás justifi cada para pasarte. Y eso es contraproducente porque el lunes tendrás que empezar de nuevo de cero. Pésate mejor entre semana, en ayunas y siempre a la misma hora.
- Activa tu mente: Pensar, leer, resolver un puzzle o hacer sudokus son entrenamientos para el cerebro y también queman calorías. Cualquiera de estas opciones es mejor que tirarte en el sofá a ver la televisióncon el encefalograma plano.
- Abrígate solo lo justo: La calefacción hace que nuestro cuerpo luche menos contra los cambios de temperatura y no gaste calorías en esa tarea. Si deseas adelgazar, lo mejor es que no te abrigues mucho ni abuses de la calefacción en invierno.
... El agua que bebes. Beber poco hace que el cerebro piense que tienes hambre, cuando lo que tiene el cuerpo es sed. Debes beber dos litros al día. Con eso y comiendo frutas y verduras evitarás la hinchazón abdominal.
... El azúcar. Y no solo el que te echas al café. En los alimentos procesados, especialmente en los refrescos, los postres, los helados (y hasta en los productos light) hay mucho azúcar oculto que puede sabotear tu dieta.
... Los alimentos "light". Que un producto sea light no significa que no engorde. La reducción de calorías en estos productos ronda, como máximo, el 30 por ciento, pero comerlos en exceso hace que la reducción de calorías no se aprecie.
CONTRA EL ESTRÉS, DEPORTE: Si sufres de ansiedad, visitar la nevera para calmarla es una mala idea. Sustituye esos paseos por ejercicio físico, el mejor aliado para liberar el estrés y las tensiones.