ANTES
Si llegas a las vacaciones con el cabello dañado el sol no hará más que empeorarlo. ¡Adelántate a sus efectos!
La sequedad del invierno perjudica tu pelo. Para reparar los daños, utiliza mascarillas capilares y aceites nutritivos que lo hidraten. Si mantienes el pelo sano adoptando pequeños hábitos diarios, evitarás que llegue castigado a la playa y la piscina. También te ayudará a devolverle su brillo y vitalidad acudir a un salón de peluquería y disfrutar de un tratamiento de hidratación profunda, que selle la cutícula y la deje bien cerrada y protegida. Lleva una alimentación equilibrada a base de frutas, verduras y legumbres que regenerará el cabello y te ayudará a que se fortalezca.
DURANTE
El sol que recibimos en la playa es más dañino para el pelo que el de la ciudad o la montaña.
El salitre tiene efecto lupa y atrae los rayos solares. El viento arrastra partículas que producen más sequedad. Los minerales marinos de la arena producen oxidación y una destrucción progresiva del cabello. Y en la piscina, el cloro puede afectar a la coloración. ¿Cómo hacer frente a todo ello? Utiliza sombreros y pañuelos para protegerte de los rayos y evita la exposición del cabello mojado sin cubrir.
DESPUÉS
A la vuelta de las vacaciones, te encontrarás con una melena seca y dañada, que se encrespa con facilidad.
Aplica productos adecuados para devolver al cabello su elasticidad y humedad natural. Es conveniente utilizar champú sin parabenos ni sulfatos y lavarse con agua templada. No abuses del secador ni de las planchas. Otra recomendación es cortar por lo sano, generalmente de medio a puntas. De este modo, eliminarás la zona dañada y volverás a tener un pelo sano.
