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Luce tus pies, adiós juanetes

Si temes operarte por miedo al dolor ¡no sufras!, las nuevas técnicas favorecen una rápida recuperación sin apenas enterarte.

Aunque existe una base genética, lo cierto es que los juanetes no aparecerían si utilizáramos el calzado adecuado. Un taconazo de 10 centímetros y una puntera estrecha puede resultar estéticamente muy bonito, pero ¿cómo pretendemos pensar que en esas condiciones el pie no sufra? Si ya has llegado tarde para optar por un calzado que mime tu pie, tranquila, existe una solución.

Sin dolor

Afortunadamente, el tratamiento de estas dolencias y deformidades ha evolucionado de forma drástica en los últimos 10 años. "Los tratamientos quirúrgicos agresivos y dolorosos han dado paso a otros mínimamente invasivos", explica Enrique Galindo, traumatólogo experto en cirugía del pie y miembro de Top Doctors.

La cirugía

Si un antepié presenta deformidades múltiples y entre ellas está el juanete, éste debe operarse siempre y, si puede ser, al mismo tiempo que el resto del antepié. "El dedo gordo actúa como un auténtico poste que impide que el conjunto se derrumbe y deforme", advierte Eduard Rabat, especialista de cirugía del pie del Hospital Quirón de Barcelona. Para corregir el hallux valgus se corta el metatarsiano y la primera falange del dedo gordo variando su posición hasta conseguir enderezarlo completamente.

Por último, se elimina el antiestético bulto. Si sufres juanetes en ambos pies, ¡no te operes los dos a la vez! La recuperación será más rápida porque podrás utilizar la otra pierna con total normalidad. En el 90% de los casos, las incisiones de esta cirugía en el pie son mínimas y apenas dejan cicatriz.

En la mayoría de los casos los pacientes vuelven a casa el mismo día de la cirugía

Ojo con el calzado

1. Bailarinas
Lo ideal es caminar con dos o tres centímetros de tacón para repartir la presión entre el talón y el antepié.

2. Chanclas
Provocan problemas como la fascitis plantar, por la falta de sujeción.

3. Deportivas
Son las más adecuadas por su amortiguación y estabilidad.

4. De tacón
Es inestable y provoca que el peso de nuestro cuerpo no esté repartido entre el retropié y el antepié.

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