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¡Cuenta con tu geriatra!

¿Deberíamos aspirar todos a ser centenarios? En realidad, el reto no es ya ganar más años, sino disfrutar de una buena calidad de vida durante la máxima cantidad de años que sea posible. A ello nos ayudan los especialistas en geriatría y gerontología.


Las personas mayores necesitan una atención sanitaria especial adaptada a sus particularidades, que son generalmente más complejas que aquellas de las que se ocupa la medicina general o de familia. La geriatría es la especialidad médica que se dedica de manera específica a las personas mayores a partir de los 65 años, contando con la colaboración de los médicos de familia.

Está directamente vinculada a la gerontología, ciencia que estudia los fenómenos asociados al envejecimiento en la que intervienen la psicología, la educación, la medicina y la sociología. En conjunto, el objetivo de la geriatría y de la gerontología es conseguir que las personas lleven el proceso de envejecimiento de la manera más positiva posible.

¿Por qué necesitamos médicos especialistas en mayores?

Son varias las razones por las que la salud de las personas de edad avanzada requiere un tratamiento específico por parte de un especialista en geriatría y gerontología:

  • Ante posibles complicaciones de algunas enfermedades —como una deshidratación producida por la gastroenteritis— y de intervenciones quirúrgicas, las personas mayores pueden padecer consecuencias distintas de mayor gravedad que las que suelen padecer los adultos de menos edad, puesto que su organismo es más lento a la hora de recuperarse. Un geriatra conoce bien este proceso, las posibles consecuencias y cómo tratarlas.
  • A veces, puede ser difícil identificar ciertos síntomas en personas de edad avanzada A esto se une que algunos mayores tienen dificultades para describir verbalmente sus síntomas, especialmente si tienen deterioro cognitivo. Los geriatras están más familiarizados con las posibles molestias que pueden padecer.

  • Las personas de edad avanzada tienen problemas específicos en lo que respecta a los medicamentos. Muchas de ellas toman varios medicamentos todos los días para diversas enfermedades, lo cual puede dar lugar a interacciones o reacciones adversas que los geriatras se encargan de estudiar en su conjunto para encontrar el mejor tratamiento posible.

Hacen falta más geriatras

Para la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, la atención sanitaria dedicada a las personas mayores “debe ser un derecho”.

La tendencia de envejecimiento de la población española es imparable. Sin embargo, en toda España sólo disponemos de unos ochocientos geriatras, un número que esta sociedad médica considera “considerablemente escaso” para tratar a la población de más de 65 años en nuestro país.

Las áreas básicas que atiende la geriatría

Entre otras, los grandes campos de trabajo en los que se centran los especialistas en geriatría y gerontología son los siguientes:

  • DETERIORO COGNITIVO: Las demencias, como el Alzheimer, son enfermedades comunes en la edad avanzada. Gracias a las constantes investigaciones y a los avances médicos se pueden detectar con antelación, lo que permite ralentizar del desarrollo de estas enfermedades.

  • TRASTORNOS PSÍQUICOS Y PSICOLÓGICOS: Una depresión que pasa desapercibida puede suponer graves consecuencias, tanto en el plano anímico como en la salud física (bajada del sistema inmune, malestar general…). Otras patologías, como el estrés o la ansiedad, también pueden afectar la calidad de vida de los mayores.

  • MOVILIDAD: Las personas mayores necesitan hacer ejercicio suave a diario, adecuado a sus necesidades y particularidades, para conservar la coordinación motora, la fuerza muscular y el equilibrio.

  • NUTRICIÓN: Muchas personas mayores pierden el apetito, por lo que dejan de llevar una alimentación suficiente en cantidad y en calidad. Deben seguir orientación de un especialista para no dejar de tomar los nutrientes que su organismo necesita (calcio, hierro, minerales, vitaminas…).

  • SISTEMA CIRCULATORIO: Los trastornos cardiovasculares requieren una vigilancia especial llegada la edad avanzada, para evitar su agravamiento con la aparición de complicaciones.

  • SISTEMA INMUNITARIO: Con la edad, el sistema inmunitario se ve disminuido: las defensas bajan debido a la disminución del propio organismo en la producción de linfocitos (glóbulos blancos), a lo que puede contribuir una alimentación deficitaria.

 

 

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