Si no te vales sin ayuda de los demás y no puedes caminar, terminas limitando tus actividades, apenas querrás salir de casa y la ansiedad puede llevarte a una depresión. 

Por eso te animamos a que superes el miedo a operarte. Este tipo de intervenciones se hacen todos los días con muchas garantías de éxito. Da el paso: tienes un largo camino por delante.

Muchas personas sueñan con olvidarse para siempre del dolor de rodilla o de cadera y volver a caminar con normalidad, con disfrutar de nuevo de un agradable paseo de verano, o incluso de algo más sencillo: realizar por sí mismos tareas cotidianas para las que ahora dependen, a cada paso, de la ayuda de otra persona. Si es tu caso, lo más seguro es que padezcas artritis, artrosis o alguna otra enfermedad que afecta a las articulaciones, hayas cumplido los sesenta y te sobren algunos kilos. Quizá tu médico te ha dicho que la solución definitiva para tu problema es ponerte una prótesis cuanto antes, pero aún no te has decidido a operarte. Ya es hora de que pierdas el miedo.

Pon de tu parte

Para recuperar la movilidad lo antes posible y sin secuelas, tan importante como la intervención y la calidad de la prótesis es tu fuerza de voluntad. Deberás tomarte muy en serio las sesiones de rehabilitación, que al principio serán algo duras, y por supuesto, no volver a engordar para que tus articulaciones no soporten un peso excesivo.

Una cadera nueva que nos mejore la vida diaria

  • ¿Para qué se implanta una prótesis de cadera? Cuando se desgasta la articulación que une la cabeza del fémur con el hueso de la pelvis –generado por la artrosis, habitualmente–, se produce un intenso dolor, deformidad, limitación en la movilidad y cojera. La intervención tiene el objetivo de corregir estos problemas. La duración de una prótesis de cadera es de unos 15 años.

  • ¿Cuándo se puede volver a caminar? El paciente puede ponerse de pie y caminar en pocos días. Tu médico te indicará el momento en el que puedes volver a andar. Es posible que, en los primeros días, te recomiende usar bastones o andador. Es natural y no hay que acomplejarse.

  • ¿Qué actividades puedo realizar? Dependerá de tu edad y del tipo de prótesis que te hayan implantado. En principio, pasado el tiempo de recuperación, podrás volver a realizar tus actividades cotidianas (vestirte, asearte, conducir…) sin limitaciones. También podrás hacer ejercicio suave, como caminar o nadar. Cada día, notarás que ganas más autonomía.

  • ¿Conlleva algún riesgo? Como en cualquier intervención quirúrgica. La mayor complicación potencial de es una infección hospitalaria. Durante las primeras semanas debes evitar ciertas posturas y movimientos, porque la prótesis puede aflojarse, romperse o desplazarse de su sitio.

Rodillas, adiós al dolor

  • ¿En qué casos está indicada la prótesis de rodilla? Se implanta cuando existe un avanzado deterioro e inflamación de la articulación de la rodilla, hay graves limitaciones de movilidad y ya no es posible llevar una vida normal. Suele deberse a la artritis o a lesiones producidas durante la actividad deportiva o en cualquier otra en la que una o ambas rodillas “trabajan” en exceso. La intervención se suele llevar a cabo en ciertos casos en los que el tratamiento con antiinflamatorios, fisioterapia u otras medidas terapéuticas no calman el dolor, que llega a incapacitar a la persona para realizar sus tareas cotidianas.
  • ¿Qué riesgos conlleva la operación? Las prótesis son reproducciones de los huesos de la rodilla, de metal, resinas o material cerámico, que se colocan en el lugar de la articulación. Este tipo de cirugía actualmente es muy segura. Si la persona intervenida pasa mucho tiempo sin moverse, hay un alto riesgo de trombosis en la extremidad intervenida. Para reducir ese riesgo, tras la intervención es fundamental mover la pierna y levantarse de la cama cada cierto tiempo. Los especialistas suelen recomendar que se lleve un vendaje de presión durante unos días tras la operación, así como el tratamiento con fármacos anticoagulantes.
  • ¿Hay que seguir cuidados especiales? Para que la rodilla operada vuelva a estar en forma, hay que hacer ejercicios de fisioterapia. Poco a poco, la movilidad de la rodilla mejora y se reduce el dolor al andar. En unas semanas, se podrá prescindir del bastón.

 

Recuerda... Si haces ejercicio suave, te recuperarás de la operación mucho antes y evitarás el riesgo de trombosis.

No olvides que... Para no dañar tu cadera tras la intervención, evita sentarte en asientos muy bajos: tu rodilla nunca debe estar más alta que tu ingle.

 

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