1. Lapacho
Quizá en nuestro país no es un gran conocido pero, sin duda alguna, el lapacho es un eficiente remedio para infecciones bucales. Es una planta medicinal a la que se le atribuyen propiedades anitivirales, antibacterianas y antinflamatorias. ¿Cómo podemos tomarla? Está disponible en pastillas, pomada, y té. Pero, ¡cuidado! puede tener efectos secundarios.
2. Manzanilla
Es de los remedios naturales más comunes para el tratamiento de las encías inflamadas. Y, además, uno de los más efectivos gracias a sus sorprendentes propiedades antiinflamatorias. ¿Cómo utilizarla? mediante la constante repetición de enjuagues bucales de esta planta.
3. Regaliz
Por un lado, sus componentes hacen que no se atraigan bacterias y por lo tanto que se eviten las caries. Por otro, protege tanto las encías como los huesos internos del diente y los tejidos que los rodean.
Conviene destacar que estas propiedades son fruto únicamente de la raíz de la planta y que los regalices de chuchería no tienen nada que ver con esta hierba. ¡Al contrario!, contienen grandes cantidades de azúcar.
4. Llantén mayor
Esta hierba de origen milenario es muy útil para desinfectar todo tipo de heridas y acelerar su cicatrización. Se puede aplicar de forma tópica o bien tomándola en forma de infusión. En el caso de las encías (y otras molestias similares) lo recomendable para su curación son los enjuagues. Prepáralos con cuatro o cinco cucharadas por cada litro de agua.
5. Orégano
Muchos lo han llegado a calificar como el antibiótico más poderoso del mundo. Sin necesidad de receta médica, sin efectos secundarios y utilizando muy poca cantidad de esta hierba, se pueden llegar a eliminar bacterias de todo tipo. Para las encías se recomienda aplicar una gota de su aceite (en el cepillo o el dedo) y extenderlo antes del cepillado.
6. Sello de oro
Esta planta es sumamente eficaz para el tratamiento de enfermedades infecciosas periodontales (entre ellas la inflamación y enrojecimiento de encías). Pero nuestra recomendación es obtenerla y consumirla siempre de fármacos de calidad y bajo supervisión de un especialista, ya que su uso excesivo puede causar problemas del sistema nervioso, convulsiones y trastornos.