Nuestra piel entra en contacto cada día con decenas de sustancias y, en la mayoría de los casos, eso no nos provoca ninguna reacción adversa. Pero cuando estas contienen algún agente irritante pueden acabar causándonos un trastorno inflamatorio denominado dermatitis (o eczema) de contacto.
Estos trastornos afectan a un 40 por ciento de la población laboral. Albañiles, peluqueros, personal sanitario y trabajadores siderúrgicos son los más afectados.
Pero hay un grupo especialmente vulnerable, el de las amas de casa, que debido al uso de jabones y detergentes se exponen a padecer una patología que se manifiesta con erupciones cutáneas superficiales acompañadas de picor, enrojecimiento, costras, escamas y hasta ampollas.
Hay dos tipos básicos: irritativa y alérgica. En la primera (la más frecuente, con un 80 por ciento de los casos), se sufre una irritación local rápida por contacto con una sustancia. En la segunda son los mecanismos inmunológicos los que la provocan al contacto con el alérgeno.
Para prevenirlas, la Fundación Piel Sana ofrece estas pautas:
- Elimina los posibles agentes irritantes y evita las condiciones que lo agravan (humedad, frío, aire).
- Evita lavarte las manos con mucha frecuencia. Acláralas con agua templada y quítate anillos, pulseras o relojes, porque pueden retener los agentes irritantes.
- Usa guantes. Los de vinilo protegen de las sustancias irritantes como agua y jabones; y para sustancias químicas agresivas usa los de goma, plástico o polietileno. Los de látex están desaconsejados por la urticaria que pueden provocar.
Nunca olvides usar cremas emolientes y de barrera. Pero hay veces que la prevención no funciona y la dermatitis aparece. Para esos casos, estos remedios naturales te ayudarán a paliarla:
- Tratamiento del eccema de manos. Primero hay que eliminar el agente causante y, después, el dermatólogo indicará la aplicación de corticoides tópicos (una vez al día durante un mes) seguidos de un mantenimiento.
- Para paliar la irritación y el dolor. Existen remedios a base de infusiones de plantas (diente de león, malva, tomillo, saponaria o abedul): hierve una cucharada de hojas secas en agua, tapa, deja refrescar, cuela y, con un paño empapado en la infusión, refresca las zonas afectadas.
También es bueno tomar infusiones de ortiga, romero y diente de león (mezcladas a partes iguales) o de una mezcla de saponaria, abedul y diente de león.
La infusión de diente de león aplicada en la herida reduce el dolor
Toma nota... ojo con las “sustancias peligrosas”
Los agentes que pueden causar una dermatitis de contacto son decenas, pero hay que tener especial cuidado con los detergentes y jabones fuertes, el níquel usado en bisutería, el mercurio de desinfectantes, prótesis dentales antiguas y soluciones para lentes de contacto, el látex, y sustancias como la PPDA, presentes en tintes y tatuajes.
¡Ojo al parche!
La prueba del parche es la única válida para determinar si una dermatitis es alérgica o irritativa. En ella, al paciente se le colocan sobre la piel unos parches con los alérgenos más comunes que debe llevar 48 horas.